Madrid. El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, provocó una tormenta política tras su decisión de tomarse cinco de días para reflexionar si sigue o no al frente del Ejecutivo español, fruto del hartazgo ante las campañas de guerra sucia en su contra orquestadas por la derecha y la extrema derecha.
Mientras que el mandatario español reflexionó en soledad sobre su futuro inmediato, desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderados por el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, llamaron a la ciudadanía a la movilización para frenar “la máquina del fango” de las “fuerzas reaccionarias”, para lo que entonaron el viejo lema de la Guerra Civil del “¡No pasarán!”.
El vocero del PSOE en el Congreso de los Diputados fue uno de los primeros en llamar a un cierre de filas multitudinaria, evocando a la época previa al encontronazo civil en España: “Ahora más que nunca los socialistas estamos con nuestro Presidente. Pedro Sánchez representa la dignidad y el coraje que se necesita frente a una derecha inmoral y dispuesta a todo. ¡Ánimo y fuerza, Presidente! ¡No pasarán!”, decía en su mensaje en las redes sociales, que coincidía además con una campaña que inició el pasado miércoles por la noche y que buscaba la movilización social para “dar apoyo” al mandatario español.
Ayer mismo, ante la sede del PSOE en Madrid se registró una manifestación de apoyo discreta, en la que apenas lograron reunir a unas 80 personas, pero en realidad el objetivo es que a lo largo del fin de semana salga a la calle la ciudadanía para expresar su apoyo a Sánchez y así “evitar” que finalmente presente la dimisión, tal y como él mismo anunció en su carta abierta.
Uno de los líderes socialistas que llaman a la movilización es el ex presidente Rodríguez Zapatero, que apeló a los “movilización de los afiliados y los simpatizantes del PSOE en favor de la democracia del respeto, de la justicia y de la tarea de Pedro Sánchez. Cada uno puede hacerlo de una manera: vale un tuit, vale ir a la agrupación, vale una carta, vale expresarse… pero reaccionemos ante la insidia con el coraje democrático y no con el desistimiento”.
El ex mandatario español denunció que las campañas de guerra sucia emprendendidas por la derecha y la extrema derecha, cuyo último episodio fue la presentación de una querella criminal contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, por los delitos de tráfico de influencias y corrupción, suponen en el fondo intentar “la deshumanización y la descalificación del adversario”.
La vicepresidenta primera del gobierno, María Jesús Montero, añadió que “el presidente está siendo objeto de una campaña de acoso y derribo perfectamente orquestada desde la derecha y la ultraderecha de deslegitimación permanente, una estrategia de deshumanización como hace mucho tiempo que no veíamos”.
El líder del derechista Partido Popular (PP), Albert Núñez Feijóo, resumió en sus palabras lo que piensa una buena parte de la sociedad española, más afín a la derecha, al sostener que “los españoles asisten con estupor al bochorno que Sánchez ha provocado con su corrosiva política”. Además definió al mandatario español como “un presidente fijo discontinuo que busca intimidar a la oposición, a jueces y periodistas y montar un espectáculo de adolescente tras el que hay que ir detrás para que no se enfade”.
Feijóo fue más allá y vaticinó que Sánchez “ha puesto en marcha una estrategia de supervivencia política intentando movilizar a la gente por compasión. Pero no puede secuestrar a toda una nación para ponerla al servicio de su defensa y dividir a España en dos bandos”.
