El 90 aniversario natal del escritor Fernando del Paso (1935-2018) se conmemorará el primero de abril, día de la efeméride, con una exposición que nuevamente evidencia una faceta poco difundida del autor de Noticias del Imperio: la de dibujante y pintor.

La muestra Fernando del Paso: Yo soy tu otro yo, de 32 obras, entre dibujos a tinta china y tinta a colores, que se montará en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), tiene la particularidad de que todas las piezas provienen de la colección personal que el diplomático y su esposa tenían en su domicilio en la colonia Condesa. Hay obra a partir de 1979.

A fin de reproducir parte de la sala del departamento que habitaban, fueron trasladados al espacio galerístico una lámpara, un par de mesitas y un sillón Chesterfield, elementos que se refieren al video Las dos pasiones de Fernando del Paso (2012-2015), realizado por su hija, la cineasta Paulina del Paso, en el que se enfrentan las dos personalidades del personaje.

Talento actoral y humor

El título de la exhibición proviene de una frase pronunciada al principio del filme. Yo soy tu otro yo, le recuerda el Fernando pintor al Fernando escritor. Este último, nada dejado, responde: ¿Cuál otro yo? Yo soy tu yo completito. Sigue una discusión acalorada, aunque contenida, al respecto. En lo anterior, don Fernando deja apreciar su talento histriónico y su sentido del humor.

La idea de la exposición nació de un encuentro en la pasada Feria Internacional del Libro en Guadalajara, donde Carmen Beatriz López Portillo presentó un audiolibro de la novela Noticias del imperio. Las familias Tovar y de Teresa/López Portillo y del Paso habían sido muy cercanas, ya que coincidieron en París, donde Rafael Tovar tenía un cargo diplomático y don Fernando llegó a radicar y trabajar, señala a La Jornada Adriana del Paso, hija del escritor.

Dibujar no era un mero pasatiempo para Del Paso, lo hacía desde niño, aunque nunca realizó estudios formales. Para Adriana del Paso, su padre era pintor con mayúsculas. Además, son “contados los escritores que son pintores y dibujantes en la historia de la literatura. En cierto momento también hizo una serie de esculturas que llamó Piedra y cielo, que visualizaba mandadas a hacer en grande en glorietas. Mi papá hacía todo en grande”.

Hasta cierto punto su obra literaria opacó su trabajo pictórico y dibujístico. “Definitivamente, porque siempre ganó el escritor en este sentido. También le faltaban espacios para trabajar hasta que llegó a Guadalajara –fue nombrado director de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz de la Universidad de Guadalajara– en los años 90 del siglo pasado”.

Del Paso obtuvo, en 1971, la Beca Guggenheim, y se instaló con su familia en Londres, donde se desempeñó de productor de programas de radio, escritor y locutor en la BBC, a la vez que trabajó en su segunda novela, Palinuro de México, publicada en 1977.

En Londres escribía, primero, en el garaje; luego, al irse los hermanos, se pudo subir a la recámara. También trabajaba en la Biblioteca Británica, entre otros lugares. No tenía un espacio para escribir, menos para pintar. Por eso en Londres usaba tinta china, porque tenía una mesita y allí dibujaba.

Londres y tinta china

En la BBC de Londres hacía turnos de noche con Teodoro Mahler, después locutor del audiolibro Noticias del Imperio. Mahler, al ver los garabatos de Del Paso, le dijo: Fernando, qué bonitos. ¿Por qué no haces algo más en serio? Así empezó a realizar dibujos con tinta china, relata Adriana del Paso.

A lo largo del tiempo, el escritor reconoció influencias en su obra, por ejemplo, del grabador holandés MC Escher.

Según su hija, también honró al pintor oaxaqueño Rufino Tamayo, al emplear elementos como sandías. Mucha de su obra tiene un evidente lado surrealista, aunque también incursionó en la abstracción.

“Cuando mi papá sufrió un infarto en París, tenía 53 años. Al salir del hospital empezó a hacer unas tintas. Decía: ‘no sé qué medicamento me daban, pero alucinaba’.

“Pintó sus tintas posparto. Su personalidad, su lado cómico, de tomar todo como ‘por algo pasaron las cosas y voy a sacar provecho’, lo ayudó a vivir tantos años, porque su mente seguía activa, lúcida, a pesar de su isquemia. Ya no podía pintar; sin embargo, seguía escribiendo sus discursos, como el que pronunció cuando recibió el Premio Miguel de Cervantes, en 2015. Seguía creando.”

En 2000, Del Paso exhibió bajo el título de 2000 caras de cara al 2000 en el Museo de Arte Moderno, con la idea de festejar el advenimiento del tercer milenio de la era cristiana. Dos años después, retomó el proyecto, agregó dos rostros más, y lo presentó como 2002 caras de cara al 2002 en diferentes estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

La exposición Fernando del Paso: Yo soy tu otro yo será inaugurada el primero de abril a las 19 horas en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana (Izazaga 92, Centro).

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