Río de Janeiro. La red social X nombró un representante legal en Brasil, una de las exigencias para volver a funcionar en el país, pero seguirá suspendida hasta cumplir otros requisitos judiciales. El Tribunal Supremo de Brasil dio a la plataforma social X, propiedad de Elon Musk, cinco días para presentar documentos que validen a su nuevo representante legal en el país, mostró el sábado una decisión judicial.

Los abogados de X dijeron a última hora del viernes que había nombrado un representante legal en Brasil, atendiendo a una de las exigencias impuestas por el tribunal para permitir a la plataforma de redes sociales reanudar sus operaciones en el país.

En la nueva decisión, el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes consideró que la exigencia para restablecer el servicio “no fue debidamente cumplida” por la plataforma y dio un plazo de cinco días que X proporcione registros comerciales y otros documentos que prueben que contrató formalmente a Rachel de Oliveira Conceicao como su representante legal en Brasil.

La decisión del sábado también establece que X deberá pagar una multa de al menos 5 millones de reales diarios (913 mil dólares) por haber violado la suspensión el jueves, según el fallo del magistrado Alexandre de Moraes. Ese día, la red social volvió a estar ampliamente accesible gracias a una maniobra técnica que le permitió eludir el bloqueo.

La red social del magnate Elon Musk fue bloqueada en Brasil por orden de la corte suprema el 30 de agosto por incumplir órdenes judiciales de remover cuentas acusadas de desinformación y retirar a su representante legal en el país. En consecuencia, los usuarios de la red social se quedaron sin conexión en cuestión de horas, después que X no cumplió las exigencias del tribunal, incluido el nombramiento de un representante legal.

La legislación brasileña exige que las empresas extranjeras tengan un representante legal para operar en el país. El representante asumiría las responsabilidades legales de la empresa a nivel local.

X tenía un representante legal en Brasil hasta mediados de agosto, cuando decidió cerrar sus oficinas y despedir a su personal en el país.

La medida se tomó tras una disputa de meses entre Musk y Moraes por el incumplimiento de la empresa de las órdenes judiciales que exigían a la plataforma tomar medidas contra la difusión de discursos de odio, que el multimillonario denunció como censura.

Tras la suspensión de X hace 20 días, Musk acusó al magistrado de “dictador malvado”. Moraes, por su parte, señala a la plataforma de permitir la propagación de información que atenta contra la democracia.

La suspensión de la plataforma fue aplaudida por la izquierda liderada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y criticada por la oposición derechista y el ex presidente Jair Bolsonaro.

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