Ciudad de México. Desde el año 2000, las agresiones y asesinatos de sacerdotes, seminaristas y dirigentes de comunidades parroquiales han ido al alza, lo mismo que pasa en la sociedad civil, incluidos los niños que son víctimas de fuegos cruzados. Eso es preocupante, el tejido social está roto, advirtió el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Francisco Javier Acero Pérez.

Señaló que la política de abrazos y no balazos no ha funcionado, pero reconoció que “hay muy buena disposición” del gobierno federal para tener un diálogo con la iglesia, a fin de avanzar en el camino de la paz.

Esta mañana, la Arquidiócesis anunció que por primera vez se instalará en el atrio de la Basílica de Guadalupe una ofrenda monumental por el Día de Muertos -a partir del viernes 1 de noviembre- y el lanzamiento de la aplicación digital Memorial Papa Francisco, donde las personas podrán subir fotos y mensajes para recordar a sus seres queridos que hayan fallecido.

Se trata, explica el material informativo sobre el proyecto, de “una iniciativa que busca renovar el impulso para transmitir la fe, particularmente a las nuevas generaciones, uno de los desafíos de la iglesia universal”.

Al respecto, el obispo Acero comentó que la aplicación no tiene la finalidad de incrementar la feligresía, sino de que “quienes estemos en la Iglesia, estemos unidos para hacer frente al bien común y a la paz”.

Sobre la violencia y las agresiones en contra de sacerdotes y miembros de la iglesia, en particular el asesinato del padre Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, el pasado 20 de octubre, el obispo reiteró la exigencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para que se retomen los compromisos por la paz elaborados por más de 20 mil personas, los cuales se presentaron a la presidenta Claudia Sheinbaum.

Señaló: “quien lucha por la verdad, ya se sabe que arriesgamos la vida. Estamos para amar al prójimo desde Jesús, pero exigimos seguridad, en las reuniones, en las comunidades parroquiales y rurales, todos los días, no solo los domingos”.

Y es que, agregó, “no tiene que haber este clima de desconfianza”. El aumento de la violencia se ve en los robos y extorsiones que se dan en las comunidades, así como en la necesidad de cambiar a los párrocos porque han sido amenazados o extorsionados.

El obispo auxiliar también insistió en la petición para que el gobierno abra el diálogo y escuche a las madres buscadoras. Dijo que en la ofrenda financiada con donativos de particulares y la cual permanecerá durante el mes de noviembre, se incluirán elementos sobre las desapariciones forzadas.

Sobre la posibilidad de que la iglesia tenga una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum, comentó que “hay muy buena relación con el gobierno” y por ahora mantiene comunicación con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Desde la CEM “estamos abiertos al diálogo y escucha, sentarnos a buscar soluciones”, subrayó.

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