Emanuel Vaquero Navarrete noqueó a Óscar Valdez en seis episodios en Phoenix, Arizona. El peleador del estado de México se mantiene así como campeón superpluma de la Organización Mundial de Boxeo.
Navarrete venía con la consigna de zambullirse de nuevo en las frescas aguas de la victoria, luego de que en su aventura en una división arriba perdió ante el ucranio Denys Berinchyk por el título vacante ligero.
Valdez ya había recuperado confianza tras perder ante Vaquero en 2023. En marzo de este año venció al australiano Liam Wilson. Pero le quedaba la espina clavada en el dorso de aquella abrumadora derrota que sufrió ante Navarrete.
Por eso no había tiempo para desperdiciar, ambos salieron a buscar los puntos débiles del rival. Vaquero lucía más grande y pesado; Valdez tenía una pinta más atlética. El el primer episodio Navarrete lo sacudió con una zurda en pleno rostro y lo mandó a la lona, pero el sonorense pudo recuperarse.
Ese fue el tono en el que danzaron el resto combate. Apenas transcurría el segundo round y Vaquero lastimaba a Valdez con impactos salvajes que lo obligaron a abrazar a su verdugo para evitar más castigo.
El entrenador Eddy Reynoso reprendió a Óscar: “¿Qué haces agarrándote a madrazos? Tienes que relajarte y boxear”.
Pero Vaquero crecía en cada asalto y aturdía con cada golpe a Valdez, lo hacían trastabillar y en el cuarto episodio visitó de nuevo la lona. El peleador sonorense es fino, con una técnica elegante, pero sus puños carecían de potencia cuando alcanzaban a Navarrete.
El nocaut parecía el destino ineludible para Valdez. En el quinto episodio el Vaquero lo castigó, lo tuvo contra las cuerdas, tambaleante. Fue el preludio para que en el sexto round un gancho al hígado lo fulminara con todo su dramatismo. Óscar quedó reducido a un nudo de músculos y dolor visceral.