Ciudad de México. El cáncer de pulmón, aunque se ubica por su frecuencia en el séptimo lugar, es el tumor más letal, por lo que es la primera causa de muerte por cáncer en México, y su incidencia va en aumento. “Es una preocupación que se incrementa más en mujeres quienes, en ocasiones, tienden a consumir más tabaco que los varones”, aseguró Horacio Tovalín Ahumada, académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.

Alertó que otros tipos de cáncer se detectan más tempranamente y pueden tener tratamiento y remisión, pero 80 por ciento de los sucesos en pulmón se diagnostican en fases tres y cuatro, cuando quizá ya hay metástasis en otros órganos y el procedimiento no es curativo, sino básicamente para prolongar la vida y ser paliativo.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Pulmón, que se conmemora mañana, el universitario explicó que en México cada año se registran aproximadamente 9 mil casos nuevos de ese padecimiento, y en 80 por ciento de ellos el desenlace fatal es a corto plazo, aproximadamente de seis meses.

A escala mundial es la causa principal de decesos relacionados con el cáncer, y su tasa de mortalidad es la más elevada en hombres y en mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cada año fallecen cerca de 8 mil mexicanos por esta neoplasia, según la Clínica de Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología, citada por la Comisión Nacional de las Adicciones (2020).

El de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer; es la más evitable, ya que la mayoría de los casos, más de 70 por ciento, son ocasionados por tabaquismo, detalla dicha Comisión.

Comienza con la transformación de una sola célula, que puede tener su origen en agentes externos y en factores genéticos heredados. Fumar es el principal factor de riesgo, ya que el humo del tabaco contiene carcinógenos; está demostrado que no hay una cantidad inocua al consumir cigarros o productos de tabaco: siempre hay riesgos a desarrollar el padecimiento, añade esa instancia.

En un comunicado, Tovalín Ahumada señaló que una persona que fumó 10 cajetillas en un año tiene cinco veces más probabilidad de adquirirlo, en comparación con alguien que no fuma. “El tabaco es muy dañino; se trata de la sustancia tóxica probablemente más perjudicial en términos de su potencial cancerígeno”.

El científico precisó que en algunas regiones del país hay otro tipo de exposición a humos parecidos a los de tabaco: los de leña, combustible que se utiliza cotidianamente en las casas de zonas rurales y constituye un factor de alto riesgo, si no hay una buena ventilación en las cocinas.

De modo adicional, dijo que han aumentado los casos, de 15 a 20 por ciento del total, de gente que nunca ha fumado ni se expone al humo de leña, pero está en contacto con contaminación ambiental atmosférica, en especial producida por vehículos de carga que usan diésel o que trabaja en la industria química, fundiciones o pequeños talleres y se expone a partículas de hidrocarburos policíclicos aromáticos, que son carcinogénicas.

Tovalín Ahumada señaló que al inicio el cáncer de pulmón es asintomático y se diagnostica hasta que el enfermo tiene problemas de tos persistente, baja de peso, dolor en el pecho o se le dificulta respirar, pero para entonces ya hay un estado más avanzado.

Igualmente advirtió sobre el uso de vapeadores. Expuso que indirectamente se induce a ese grupo poblacional a fumar a través de dichos aparatos, por lo que es adecuada la medida de prohibirlos. “Hay que difundir esta información en el medio universitario, y reforzar los espacios libres de humo de tabaco en nuestra Universidad” y otros sitios.

Consideró que se requiere un plan nacional de vigilancia o detección temprana de cáncer de pulmón, como los que existen para el de mama o cervicouterino, y programas institucionales.

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