La diva del cabaret alemán Ute Lemper regresará a México para ofrecer un par de funciones, los días 23 y 24 de septiembre, en el Lunario del Auditorio Nacional. Su espectáculo unipersonal Noches Íntimas de Kabarett desarrollará en forma retrospectiva de carrera, ya que comprenderá las canciones que la han acompañado durante mucho tiempo y la identifican como artista: para empezar la música del cabaret berlinés de la década de los años 20 del siglo pasado.

De los tiempos de la República de Weimar, cuya música era provocativa, estimulante, rompía todas las reglas, Lemper continuará con un repertorio francés de la chanson francaise, y la música de Edith Piaf y Jacques Brel. Seguirá a Nueva York, Broadway, y acabará en América del Sur con las melodías de Astor Piazzola.

Se escucharán canciones como All That JazzLa Vie en Rose,Amsterdam y Yo soy María. Es posible que tenga un invitado sorpresa, entonces, tal vez cante una o dos canciones en español.

Lemper adelanta a La Jornada que piensa también incluir algo del poeta chileno Pablo Neruda a fin de celebrar los 120 años de su nacimiento, así como el centenario de la publicación de 20 poemas de amor y una canción desesperada, el más exitoso poemario romántico latinoamericano. También en 2024 se celebra el 125 aniversario natal de Kurt Weil. En fin, quiero festejar varios universos que abarcan una variedad de música que ha definido mi vida.

Noches Íntimas de Kabarett es, básicamente, una celebración de la vida y del hecho que Lemper ha vivido en diferentes culturas y ha sido inspirada por ellas. También festeja su propia vida: Tengo 61 años y todavía amo mi arte. Escribo mucha música, tal vez incluya algo mío que me gusta cantar en el escenario.

También festejará los 25 años que tiene de actuar en México: quiero agradecerle al público mexicano por su lealtad y por haber crecido conmigo.

Más que una artista de cabaret, Lemper se considera una performer, en su calidad de cantante, actriz y compositora. El cabaret es un género que floreció entre las dos guerras mundiales. “Cuando empecé a grabar su música en los años 80, todavía existía la guerra. De repente estas series de grabaciones se volvieron un gran éxito porque las personas querían revivir la música de Weimar. Fue un tiempo progresivo, en que el arte era político, de inspiración, que rompía con las reglas y las tradiciones, con su empoderamiento de las mujeres. Constituía una voz en contra del fascismo y las dictaduras.

Gracias a Dios fui la protagonista de todas estas grabaciones. Ya para fines de los años 90 teníamos una gran ola a escala internacional de renovación del cabaret, desde Australia hasta América del Sur y, claro, Europa y Estados Unidos. Un cuarto de siglo después me considero una guardia vieja de esta música del siglo pasado. Aún me siento suficientemente joven y poderosa para interpretarla.

Para Lemper el cabaret es un género raro, además, “no existe realmente en la actualidad porque no es música comercial, no deja dinero. Su mensaje y misión son diferentes. En el negocio de la música hoy ya es difícil la sobrevivencia de la clásica. Pregunto, ¿alguien irá a ver una ópera de Mozart dentro de 50 años?, ya que las jóvenes generaciones no crecen con una capacidad de disfrutarla. La gente joven avanza con una música digitalizada que consiguen a través de diversas plataformas en Internet.

“De modo que la plataforma de performance del cabaret es muy preciosa porque es completamente personalizado. Se basa en la actuación humana en el momento. No sabemos si el cabaret sobrevivirá en el futuro, sin embargo pienso que hay una ola nueva de artistas que nacieron de repente con la reactivación del género en los años 90. Ahora, ellos tienen que mantenerlo”.

Reconoce que el cabaret es un género que tiene un significado diferente de acuerdo con cada país. En Estados Unidos es como una estrella de Broadway que cuenta su historia. En Europa, sin embargo, es un arte marginal, de los clubes, en los que uno relata cuentos de manera provocativa.

En fin, en eso del cabaret Ute es sí misma, sólo Ute.

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