Ciudad de México. A las afueras del Senado, donde se discutirá la iniciativa de reforma enviada por la Cámara de Diputados que prohíbe los vapeadores y cigarrillos electrónicos, así como el uso ilícito de fentanilo, usuarios de estos dispositivos electrónicos se manifiestan en demanda de que se respete su consumo.
Vapeando y con pancartas y mantas a favor de esta práctica, las personas, mayormente jóvenes, aseguran que “vapear no es fumar” y se pronuncian por una “una regulación justa”, y en contra de la criminalización del vapeo”.
Salvador Gutiérrez, coordinador regional de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), sostuvo que en el país hay más de dos millones de usuarios de vapeadores y consideró que es desproporcionado que se equipare al vapeo con el uso de drogas de diseño, adulteradas con fentanilo.
Agregó que “esta ley es restrictiva y prohibitiva; pugnamos por regular más que prohibir, porque con la regulación se le ponen reglas al mercado”.
Sostuvo que al prohibir solo se incentivará el mercado negro de estos productos, y podría dejarse en manos de criminales la venta de esos productos con nicotina.
Asimismo gritan: “Prohibido prohibir” y muestran carteles en los que se lee “el vapeo salva vidas no lo criminalicen” y “Senadores no se equivoquen, el vapeo salva vidas, regulémoslo ya”.