Washington. El presidente Joe Biden pidió ayer a los republicanos del Congreso que aprueben un proyecto de ley bipartidista para controlar la migración, el cual permitiría “cerrar la frontera con México cuando esté colapsada.

Lo que se ha negociado sería (si se aprueba como ley) el conjunto de reformas más duras y justas para garantizar la seguridad de la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país, afirmó en un comunicado.

Como presidente, me daría una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando esté colapsada, y si tuviera esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley, detacó.

Por el momento se desconocen los detalles del acuerdo que debaten un grupo de congresistas conservadores y funcionarios gubernamentales desde hace dos meses.

Estas negociaciones son un intento por salvar un paquete de ayuda a Ucrania solicitado por el demócrata al Congreso, pero condicionado por los republicanos a un endurecimiento de la política migratoria.

Las negociaciones sobre este tema, uno de los más importantes para las presidenciales de noviembre, son arduas. Trabajan las 24 horas del día, los festivos y los fines de semana, afirmó Biden.

El presidente, quien busca la relección, exhortó al Congreso a proporcionar los fondos que solicitó para cubrir el costo de mil 300 agentes más de la Patrulla Fronteriza, 375 jueces de inmigración, mil 600 funcionarios de asilo y más de 100 máquinas para detectar fentanilo en la frontera.

Este llamado llega horas después de que el dirigente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, advirtió que el pacto migratorio morirá en cuanto llegue a ese recinto legislativo, si los rumores sobre el contenido del borrador de la propuesta son ciertos.

Johnson es un aliado del ex presidente Donald Trump, el favorito para la nominación presidencial republicana y posible rival de Biden en noviembre. Este borrador pone trabas a la solicitud de asilo, pide reanudar la construcción de un muro en la frontera con el país vecino y resucita los llamados Protocolos de Protección al Migrante, conocidos como Quédate en México o MPP, introducidos por Trump para que los extranjeros esperen el desenlace del proceso migratorio del otro lado de la frontera.

Los arrestos en Estados Unidos por cruces ilegales desde México alcanzaron un máximo histórico en diciembre pasado desde que se publican las cifras mensuales, informaron ayer las autoridades, lo que significa una creciente vulnerabilidad para Biden en su campaña en pos de un segundo mandato.

La Patrulla Fronteriza contabilizó 249 mil 785 detenciones en la zona limítrofe el mes pasado, 31 por ciento más que las 191 mil 112 de noviembre y 13 más que las 222 mil 18 de diciembre de 2022, el anterior máximo histórico.

Los arrestos disminuyeron más de la mitad durante las dos primeras semanas de este mes, de una forma que concuerda con las tendencias históricas y con un fortalecimiento en las labores policiales, indicó en un comunicado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Anteriormente, esta dependencia había dicho que operativos enérgicos por parte de las autoridades mexicanas habían contribuido al descenso este mes.

En diciembre detuvieron a 56 mil 236 mexicanos, seguidos de venezolanos, con 46 mil 937, lo que anuló gran parte del declive que siguió al inicio de los vuelos de deportación al país bolivariano en octubre, mientras las capturas de guatemaltecos también aumentaron. Hondureños y colombianos fueron las otras nacionalidades ubicadas entre las primeras cinco con más arrestos.

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