La salud mental en los estudiantes de la UNAM es un foco rojo que obligó a las autoridades universitarias a diseñar y poner en marcha programas específicos para evitar que trastornos como depresión, ansiedad, conductas compulsivas o ideación suicida ocasionen la deserción de alumnos.
Además de los Servicios de Orientación Sicológica (SOS) de la Dirección General de la Salud, la Facultad de Sicología cuenta con un centro de atención dirigido a la comunidad estudiantil, y la Dirección General de Atención y Orientación Educativa también ofrece ayuda sicológica y sicopedagógica. Aunado a estos servicios, la universidad cuenta con un programa específico denominado Espora Sicológica, el cual tiene una página de Internet para que los estudiantes programen una cita.
Su objetivo es detectar, centrar y atender la problemática en forma individualizada. Según sus datos, 75 por ciento de los educandos que han sido atendidos han reportado mejoría en su bienestar emocional después del tratamiento.
Espora Sicológica lleva a cabo sicoterapia breve, la cual consiste en dos entrevistas y 12 sesiones de tratamiento que ofrecen maestros con la especialidad en esa área para adolescentes y adultos, egresados de la Facultad de Sicología.
Actualmente, ofrece asistencia en 13 sedes de la UNAM: Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción, en las facultades de Enfermería y Obstetricia, Química, Odontología, Filosofía y Letras, y Ciencias, así como en la Escuela Nacional de Trabajo Social, y en los institutos de Ingeniería, Ecología, Neurobiología, Fisiología Celular, el Centro de Nanociencias, la Coordinación de Difusión y Cultura, y la Coordinación General de Estudios de Posgrado.
De acuerdo con la Dirección General de la Salud, las acciones que han aplicado buscan romper la brecha
para que la comunidad universitaria tenga acceso a los servicios que cuentan con fundamento científico y no caigan en seudoterapias como la logoterapia o la terapia de chacras que proliferan y no han demostrado su efectividad.
Lo anterior consiste en acercar los tratamientos lo más que podamos, además de diseñar programas de intervención que se adapten a las necesidades del estudiante, que sean fácil de acceso, que reciban una atención sicológica que les asegure mejoría y que ésta se mantenga en el tiempo
, detalló el jefe del departamento de SOS de la UNAM, Carlos Silva Ruz.
En entrevista con La Jornada, dio a conocer que cuando los jóvenes llegan al área SOS a veces lloran o tienen el impulso de salir corriendo, sufren taquicardia y/o manos sudorosas, por lo que son canalizados a los Primeros Auxilios Sicológicos.