Un viaje musical en el tiempo, que incluyó personajes, lugares y emociones fue comandado por la alemana Ute Lemper, la diva del cabaret berlinés, quien con su inigualable voz, expresivos movimientos, magnetismo escénico y exquisitos sonidos hechizó al público del Lunario del Auditorio Nacional, al cual convirtió en un epicentro nocturno de la Europa luminosa, diseñado por la propia intérprete que celebró, entre otras efemérides, 25 años de haber visitado la Ciudad de México.

En una inusual y fascinante noche de lunes, la artista de 61 años protagonizó el inolvidable espectáculo Noches Íntimas de Kabarett, con un repertorio exclusivo y retrospectivo, acompañada por un trío de músicos que hicieron una delicia de sonidos, que emergieron desde la batería, el contrabajo y los teclados.

La cantante y actriz mexicana Susana Zabaleta fue invitada especial de Lemper; ambas entrelazaron sus talentos como cabareteras con un tema en inglés, pero antes habían llevado a los asistentes a un momento romántico con Bésame mucho, de Consuelo Velázquez. En el escenario, ambas artistas, de gran fortaleza, símbolos sensuales y de empoderamiento femenino, unieron sus voces.

Ute Lemper es una cantante proveniente de la guerra fría y de un renacer tras la caída del Muro de Berlín, fue a partir de entonces que emprendió la labor de desempolvar y dar lustre a las canciones enterradas en el tiempo y recrear su respectiva luminosidad para las nuevas generaciones, mismas que las han ido adoptando como bandera de un discurso que actualmente toma una vigencia inevitable.

Al iniciar su espectáculo, la mítica artista expresó: “estoy muy contenta de estar aquí una vez más en México; gracias, veo mucha gente; buenas noches… este es un viaje en el tiempo”.

Parece que giramos más rápido en el espacio del tiempo; cómo es que los recuerdos de hace mucho tiempo parecen estar mucho más cerca de los recuerdos de ayer; el mañana ya pasó. Cuando cumplí 50 años mi papá me dijo: ahora estás en la juventud de la edad. Incluso 10 años después pienso lo mismo; pero todo es cuestión de perspectiva.

A veces en español, entrelazado con el idioma inglés, Ute Lemper, interactúo con su público; hizo bromas, ironizó, satirizó, bailó, recordó épocas, emociones y momentos; bajó del escenario y compartió durante el desarrollo de su performance con tres de los asistentes, pero también, en diversas ocasiones, jugó con su voz, bajaba y subía sus tonalidades, así como emergían de su garganta sonidos melódicos que parecían ser otros instrumentos musicales.

La alemana, de manera audaz, casi imperceptible, se cambió de atuendos, todo en color negro, durante el show; sólo recurrió a una silla, un atril, un sombrero y un par de chalinas, una de ellas en rojo, que contrastó con el negro que imperó en la velada. El espectáculo realmente fue Lemper; así como la vida es un cabaret, analogía que ha sido expresada por la misma diva alemana.

Noches Íntimas de Kabarett es una experiencia irrepetible, ecléctica y creativa, que transportó a los asistentes por un viaje a través del cabaret de Berlín, de compositores como Kurt Weill, entre otros autores que también manifestaron un discurso musical desde la oscuridad del exilio. Además, deleitó con los grandes estándares de la chanson française de la inmortal Édith Piaf, Jaques Brel y destacó el legado de Marlene Dietrich; además, se escucharon poemas musicalizados de Pablo Neruda, en su 120 aniversario de natalicio y –dijo la diva– en este año se celebran los 100 años de Veinte poemas de amor y una canción desesperada; tampoco faltó el tango argentino y recordó a Astor Piazzolla; además compartió algunos temas de su propia pluma como compositora.

Los diversos universos que celebró, incluyen el del 125 aniversario natal de Kurt Weil, que abarcan la variedad de la música que ha definido su vida.

En casi dos horas, Lemper mostró el origen y ascenso de aquellas increíbles noches berlinesas, su época de oro y su ocaso tras la llegada del nazismo. Y así entre canciones y una narrativa imprescindible, Lemper propició la reflexión para redescubrir de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Ute Lemper, nacida en Münster, Alemania, se formó en The Dance Academy en Colonia y en la escuela de drama Max Reinhardt Seminary en Viena. Su impresionante trayectoria incluye interpretaciones icónicas en producciones como CatsPeter Pan y Cabaret, donde recibió el Premio Molière a la Mejor Actriz en un Musical. Destacó como Lola en The Blue Angel y fue musa de Maurice Béjart en el ballet La Mort Subite. Además, brilló en el papel de Velma Kelly en Chicago, por el cual recibió el Premio Laurence Olivier y continuó deslumbrando en Broadway.

En 2012, fue nominada al Grammy por el disco Paris Days / Berlin Nights, al lado del Cuarteto de Cuerdas Vogler y Stefan Malzew al piano. Es una hermosa grabación semiclásica, con canciones entre el amor y la guerra compuestas por Hans Eisler, Kurt Weill, Jacques Brel, Edith Piaf y Astor Piazzolla, así como canciones populares en yiddish y en ruso.

Noches Íntimas de Kabarett es un espectáculo sin igual, presentado por Orly Beigel Productions, Oscarnicero Producciones y Late Producciones, el cual tuvo otra fecha la noche de ayer en el mismo recinto adjunto al Auditorio Nacional.

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