Bruselas. La Comisión Europea presentó el miércoles sus planes para invertir el declive industrial del bloque e intensificar los esfuerzos para competir con Estados Unidos y China en nuevos campos como la inteligencia artificial (IA) y para reducir los costos energéticos y la burocracia.

La “Brújula Competitiva” establece el curso de la legislación y las iniciativas del ejecutivo de la Unión Europea (UE) para los próximos dos años en sectores establecidos, como el acero y el automóvil y las nuevas tecnologías, incluidas la biotecnología y la cuántica.

“Si Europa acepta un declive económico gestionado y gradual, se condena a sí misma a una ‘lenta agonía’”, dice el documento, que se hace eco del ex presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, cuyo informe sobre la competitividad de la UE del año pasado es una de las bases del plan de la UE.

“Acuerdo para una Industria Limpia”

El 26 de febrero se presentará el “Acuerdo para una Industria Limpia”, un plan plurianual de la UE para ayudar a las industrias de alto consumo energético a descarbonizarse e impulsar la producción de tecnologías limpias, acompañado de ideas para aumentar el suministro de energía asequible.

Ese mismo día, el ejecutivo de la UE también desvelará planes para reducir los requisitos de información de las empresas, centrados en los informes de sostenibilidad que deben presentar las grandes empresas, las normas de diligencia debida y un sistema que defina qué inversiones pueden etiquetarse como respetuosas con el clima.

La Comisión afirma que éste será el primero de una serie de paquetes de simplificación en su empeño por reducir la carga de informes en al menos 25 por ciento y, en el caso de las empresas más pequeñas, en al menos 35 por ciento, lo que supondrá un recorte de 37 mil 500 millones de euros (39 mil millones de dólares) de costes en cinco años.

Más coordinación e integración

La hoja de ruta de la “Brújula Competitiva” también incluye una propuesta para favorecer a las empresas europeas en las licitaciones públicas y otra para que la Comisión coordine las políticas nacionales en infraestructuras energéticas como las redes eléctricas y el almacenamiento.

El brazo ejecutivo de la UE podría desempeñar un papel de coordinación similar en la inversión y el desarrollo de la infraestructura digital y el uso de la inteligencia artificial, así como en áreas clave de fabricación, como los medicamentos esenciales.

Otras ideas incluyen un régimen jurídico especial para las empresas innovadoras, de modo que puedan aprovechar mejor el mercado único de la UE y el acceso a la financiación, la compra conjunta por toda la UE de materias primas críticas y la creación de un mercado único europeo integrado para la industria de defensa.

La Comisión recibe presiones de las empresas, el Partido Popular Europeo (centroderecha) y países como Francia, no solo para que simplifique el sistema de informes, sino también para que retrase o suavice la legislación climática recientemente aprobada.

El bloque también se enfrenta a nuevos desafíos de la nueva Administración estadounidense del presidente Donald Trump, que promete hacer retroceder las normas corporativas de Estados Unidos e instó a la UE a facilitar los negocios.

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