La postura que ha tenido la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ante las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido dura y correcta, porque en realidad, el mandatario, quien asumió el cargo ayer como el presidente 47 de su país, está tratando de negociar acuerdos, por lo que el panorama no será tan catastrófico, ya que es muy costoso hacer tantas deportaciones, aseguró la académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan) de la UNAM, Camelia Tigau.

No obstante, Elisa Ortega, académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la universidad nacional, consideró que el presidente Trump concentrará sus acciones en detener la entrada de solicitantes de asilo, por lo que vislumbró un panorama muy complejo para nuevos ingresos a Estados Unidos.

Para la profesora Tigau, el mandatario estadunidense no logró hacer tantas expulsiones ni es viable que las haga, pues es muy costoso deportar a las personas y se daña la relación con México.

La académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas Luciana Gandini apuntó que el presidente del vecino país del norte ha puesto en la mesa la idea de que la migración es una amenaza y presenta a los indocumentados como criminales, pero muchas de estas falsedades funcionaron para ganar la elección en un contexto pospandémico muy particular.

En el contexto actual, añadió, es distinto porque las medidas que antes usaba Trump como amenaza no le resultarán tan útiles en esta ocasión. Recordó que en la elección de 2016 su promesa fue levantar un muro, algo que hoy no funcionaría, no sólo porque ya hay una gran parte construida, sino porque eso no detendrá a quienes llevan años huyendo de situaciones extremas y tratando de encontrar un lugar dónde vivir.

La especialista Gandini, quien coordina el Seminario Universitario de Estudios sobre desplazamiento interno, migración, exilio y repatriación, señaló que la idea de quitar la nacionalidad a las personas nacidas en su territorio es una propuesta discriminatoria que atenta contra la enmienda 14 de la Constitución estadunidense.

Además, dijo, hay limitaciones logísticas que restringen las deportaciones masivas; muchos consideran que no se pueden llevar a cabo a gran escala porque parte de las familias tienen algún estatus migratorio definido, regularizado, incluso la ciudadanía.

A decir de las académicas, lo que sí se visualiza es que termine con programas pro migrantes como DACA, Manteniendo a las Familias Unidas y el Estatus de Protección Temporal y Parole Humanitario, sin llegar a la deportación masiva, que costaría más de 300 mil millones de dólares, según cálculos de American Inmigration Council.

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