Jerusalén. Israel continuó ayer los bombardeos contra la franja de Gaza, donde mató a 26 palestinos e hirió a 130. En tanto, lanzó ataques sobre un mercado y una mezquita en Líbano, mientras sus tropas sostenían combates “cuerpo a cuerpo” con milicianos de Hezbollah, que a su vez lanzó drones hacia una base israelí con saldo de cuatro soldados muertos y al menos 67 heridos.

Dos tanques israelíes irrumpieron la madrugada de ayer en una base de las Fuerzas de Paz de Naciones Unidas en Líbano (Finul) en la sureña zona de Ramyah, en el municipio de Bint Jbeil, operativo en el que al menos 15 de sus efectivos resultaron intoxicados por el humo de proyectiles

Horas después, la Finul denunció nuevas violaciones israelíes, incluida la entrada por la fuerza de tanques a su base, donde destrozaron y atravesaron la puerta principal, para permanecer ahí “”unos 45 minutos”.

Ha llegado el momento de retirar a la Finul de los bastiones de Hezbollah y de las zonas de combate, sostuvo Netanyahu en una declaración dirigida al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.

“Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) lo han solicitado en repetidas ocasiones y se han encontrado con una negativa reiterada, que tiene como efecto proporcionar a los terroristas de Hezbollah escudos humanos”, añadió.

“Las fuerzas de paz permanecen en todas las posiciones y la bandera de la ONU continúa ondeando” a lo largo de la frontera del Líbano con Israel, indicó el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.

Guterres remarcó en un mensaje, que los cascos azules “nunca deben ser objeto de ataques”.

El ejército israelí informó que combatientes de Hezbollah dispararon misiles antitanque, contra sus tropas con saldo de 28 soldados heridos muy cerca del puesto de la Finul, y que un tanque que ayudaba a evacuar a las víctimas bajo fuego, retrocedió hacia el puesto de los cascos azules.

“Fue un tanque bajo fuego intenso, con bajas masivas, retrocediendo para salir del peligro”, narró a periodistas el portavoz internacional de las fuerzas armadas de Tel Aviv, Nadav Shoshani.

Las FDI aseguraron que utilizaron una “cortina de humo” para cubrir la evacuación de los soldados heridos, pero subrayó que sus acciones no representaron “ningún peligro para la fuerza de la ONU”.

Israel declaró a Guterres persona non grata y le prohibió la entrada a su territorio, al acusarlo de “incapacidad para condenar a Irán por un ataque con misiles a principios de mes”, hecho que ha sido rechazado por más de cien naciones.

La Finul se creó en 1978 luego de la primera invasión de Israel al sur de Líbano –combatiendo contra la Organización para la Liberación de Palestina– con el mandato de vigilar y resguardar la paz en esa zona. Pero Israel volvió a invadir en 1982 y mantuvo el sur libanés bajo ocupación hasta 2000. Durante esos 18 años nació Hezbollah, apoyada por Irán, para combatir contra Tel Aviv.

 

En 2006 Israel y Hezbollah volvieron a combatir durante cinco semanas, tras lo cual, mediante la Resolución 1701 de la ONU, se encomendó a la Finul –fuerza de 9 mil 500 efectivos de distintas nacionalidades– mantener esa frontera libre de tropas; se permite la presencia de militares libaneses, pues Beirut no es parte del conflicto entre Tel Aviv y Hezbollah.

Las FDI cruzaron ayer la frontera libanesa llevando a periodistas y les enseñaron supuestas posiciones de Hezbollah que habían sido tomadas, incluidos dos túneles, uno de ellos a 300 metros de la base de la Finul.

Por lo pronto, Hezbollah mató a cuatro soldados en un ataque con drones contra una base del ejército israelí, en Binyamina, cerca de la bahía de Haifa; 67 efectivos resultaron heridos, siete de ellos graves, en uno de los peores reveses que han sufrido las FDI.

Dos drones fueron detectados por los radares sobre el Mediterráneo; uno de ellos fue interceptado, el otro desapareció e impactó en la cafetería de la base militar sin que sonaran las sirenas. Ocurrió después de la hora de la cena, informaron los medios israelíes Haaretz y The Times of Israel.

Hezbollah dedicó este ataque a su líder Hassan Narallah, asesinado por Israel el 27 de septiembre, y afirmó que “promete al enemigo que lo que presenció en el sur de Haifa es nada comparado con lo que le espera si continúa su agresión contra nuestro pueblo noble y querido”.

El movimiento libanés aseveró que sus milicianos libraban combates “con armas automáticas” y “cohetes” contra los soldados israelíes en al menos cuatro aldeas fronterizas.

El ejército israelí, a su vez, relató que hubo batallas “cuerpo a cuerpo” con Hezbollah y anunció la captura de un combatiente del grupo chiíta, la primera desde que lanzó la ofensiva terrestre en Líbano el 30 de septiembre.

La aviación israelí intensificó los bombardeos contra aldeas del sur libanés, tras golpear durante la madrugada un mercado de Nabatiyeh, que data de la época del imperio otomano, y destruyó una mezquita en la aldea de Kfar Tibnit.

La Cruz Roja libanesa denunció que varios de sus socorristas resultaron heridos, así como tres soldados del ejército libanés.

En el centro de la franja de Gaza, un bombardeo aéreo israelí mató anoche al menos a 22 personas en una escuela-refugio en Nuseirat, entre ellos una familia de ocho personas. Además, dejó 80 heridos, según el reporte de Al Jazeera al cierre de esta edición.

Explosiones afuera del hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah dejaron tres muertos y unos 50 lesionados la madrugada de hoy.

Por su parte, la OMS logró abastecer dos hospitales de Gaza con apoyo de la Cruz Roja, por primera vez desde el 1º de octubre.

Israel ha asesinado a 42 mil 227 personas desde que comenzó su guerra contra la franja de Gaza, hace un año, y en Líbano la ofensiva que comenzó el mes pasado ha dejado 2 mil 300 fallecidos.

Compartir