Quito. Un compañero de celda del poderoso narcotraficante ecuatoriano Leandro Norero reveló el jueves que el jefe mafioso entregó 200 mil dólares que debían llegar a un alto jefe policial y que presenció conversaciones con un ex asambleísta y con el ex presidente Rafael Correa, a quien reconoció porque fue una llamada de video.

Las revelaciones se produjeron en el marco del testimonio anticipado de Marcelo Lasso, quien compartió celda con el asesinado Norero, en la etapa de investigación del llamado caso Metástasis que según la Fiscalía es el mayor proceso de corrupción y penetración del narcotráfico en la justicia, la policía y la política ecuatorianas.

También rindió su versión Mayra Salazar, quien según la fiscalía es una pieza clave en la trama de corrupción, al ser operadora entre Norero, jueces y políticos.

Al ser interrogado por la fiscal general Diana Salazar, Lasso aseveró que presenció conversaciones del narcotraficante con el ex legislador “Ronny Aleaga y con el ex presidente Rafael Correa a través de Threema”, una plataforma de conversaciones cifradas que utiliza seudónimos.

De acuerdo con Lasso, Correa y Norero hablaron al menos en dos ocasiones sobre “la libertad de Jorge Glas” —vicepresidente entre 2013 y 2017— y que para conseguirla el jefe narcotraficante estaba invirtiendo dinero. Glas estaba cumpliendo una condena por diferentes casos de corrupción, especialmente en el sector petrolífero y energético.

Las principales revelaciones del caso Metástasis provinieron de los mensajes de los celulares incautados en la cárcel tras la muerte de Norero, que fueron analizados por la Fiscalía y que han servido de base para las acusaciones contra al menos a 52 personas.

“Realmente demencial pero sencillo de derrumbar: tienen el teléfono de Norero, confirmen si ahí existe alguna llamada que haya hecho el usuario RC o RC5 de Threema”, publicó de inmediato el ex presidente Correa (2007-2017) en su cuenta de X.

Lasso también dijo que Norero dispuso que el general Pablo Ramírez, en ese tiempo director del Servicio de Atención de Privados de la Libertad y que después se convirtió en Jefe Antinarcóticos de la policía, reciba en calidad de “donación” 200 mil dólares, los que fueron entregados en efectivo en la ciudad de Guayaquil para no dejar rastro, según el testimonio.

A cambio de ese monto Ramírez garantizó, de acuerdo con la versión de Lasso, que Norero permaneciera en la cárcel de Cotopaxi, que recibiera beneficios y seguridad y que las requisas de armas y elementos electrónicos no pasasen por su celda. El enlace entre Norero y Ramírez, dijo el testigo, era la comisionada para la pacificación en las cárceles, la colombiana Claudia Garzón.

Lasso se convirtió en testigo protegido de la Fiscalía junto a Salazar, quien en su calidad de encargada de las relaciones públicas de la Corte Provincial de Justicia de la provincia de Guayas presuntamente lograba favores mutuos entre narcotraficantes y jueces, entre otros.

En el testimonio de Mayra Salazar por el caso Metástasis, la comunicadora de 35 años admitió su amistad con Norero, con quien se comunicaba a través de la aplicación Threema. Ratificó que el narcotraticante “mantenía una buena relación con el señor Pablo Ramírez”, entonces responsable del sistema penitenciario, lo que le permitía “poder ingresar ciertos tipos de objetos al centro donde se encontraba recluido”.

También proporcionó nombres de modelos y figuras de televisión que estarían vinculadas con abogados y otros implicados en el gran caso de corrupción y mencionó a un ex policía que le comentó que trabajaba con el hijo del Chapo Guzmán.

La versión de Salazar continuó por varias horas el jueves con la develación de irregularidades relacionadas con otras investigaciones. Una de ellas conecta a un político de Guayaquil que, según dijo, ha tenido influencia y manejado por varios años el sistema de justicia de la provincia del Guayas para su beneficio, en un caso que también investiga la Fiscalía con el nombre de “Purga”.

Además, delató a la presidenta de esa corte judicial, quien recibió un collar, flores y un pago de 6 mil dólares a cambio de favorecer con una acción judicial a otro capo del narcotráfico prófugo de la justicia, Adolfo Macías, alias “Fito”. Macías no está vinculado al caso Metástasis.

Desde la madrugada el edificio de la Corte Nacional de Justicia, en el norte de Quito, contó con un amplio y reforzado operativo de seguridad, incluso con cierres viales.

La investigación del caso Metástasis inició tras el asesinato de Norero en la cárcel en octubre de 2022. De sus celulares la Fiscalía extrajo cientos de conversaciones que presume develan una estructura de delincuencia organizada.

Lasso también relató que la muerte de Norero se produjo en medio de “una trampa” de otros reclusos que con engaños lo llevaron al área de máxima seguridad, donde lo ejecutaron.

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