Ciudad de México. De todos los escenarios posibles, Sergio Pérez vivió el del drama. En una temporada que él mismo calificó como una pesadilla, se despidió de la peor manera en la última carrera de 2024 en el Gran Premio de Abu Dabi: con otro abandono, el quinto en esta campaña de desencantos que pone en riesgo su permanencia en Red Bull.

En la carrera previa, en Qatar, tuvo que retirarse cuando su monoplaza sufrió problemas con la transmisión y terminó marchándose. Eso le comprometía a cerrar de una mejor forma la temporada. Buscaba un final digno pese a sufrir en gran parte del serial por diversas razones. Este domingo en Abu Dabi trataría de sacudirse todos los malos resultados que arrastró durante 2024.

“Quiero cerrar con una buena carrera (en Abu Dabi), dar todo hasta la última vuelta”, dijo antes de la carrera, la última del serial de Fórmula Uno.

Pero en este circuito de Yas Marina el destino le volvió a jugar una mala pasada. Y tuvo el rostro del finlandés Valtteri Bottas (Sauber), quien tuvo un contacto con el vehículo de Checo y lo dejó en malas condiciones. El mexicano dio un trompo en su monoplaza y tuvo que abandonar la competencia apenas en la primera vuelta. De nuevo, las circunstancias le recordaron a Pérez que esta fue su temporada en el infierno.

En medio de esta pesadilla de temporada, crecieron las versiones de que Red Bull ya no quería a Checo en el equipo. El mexicano se ha limitado a responder que tiene firmado contrato hasta 2025 y que no hace caso a rumores.

“Ha sido complicado poder enfocarme en el trabajo todo el año, porque ha habido mucho ruido externo e internamente en todos los sentidos, pero estoy tranquilo porque de mi lado lo di todo”, dijo poco antes de competir en Yas Marina.

 

 

 

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