De frente al inicio de sesiones ordinarias legislativas , el Gobierno Mexicano; las comisiones de salud en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, presididas por el diputado Emmanuel Reyes Carmona y la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez; así como la Secretaría de Salud, tienen la oportunidad de hacer al país autosuficiente en el suministro de Terapias Derivadas del Plasma, un tratamiento médico derivado de la donación del plasma humano. La producción nacional de este tratamiento médico forma parte de la estrategia para garantizar el desarrollo de la vida de las personas con enfermedades “raras” que no pueden vivir sin que se les suministre este líquido.
La inclusión de propuestas como la del grupo “Plasma que Salva” en las próximas discusiones de los congresos ofrece la posibilidad de que México garantice el suministro de las Terapias Derivadas del Plasma, a través de un esquema que incluye la donación compensada del líquido. La presencia activa de asociaciones civiles, activistas, pacientes y sus familias son un impulso que debe aprovecharse en la LXV legislatura para generar estrategias en colaboración con las autoridades, el sector académico y el sector privado para atender el tema.
La discusión y aprobación de este asunto resulta apremiante, ya que el número de personas que dependen de este tratamiento sigue en crecimiento. Por ejemplo, las Inmunodeficiencias Primarias son una de las diversas enfermedades “raras” que dependen de las Terapias Derivadas del Plasma. En julio del 2023, el Instituto Mexicano del Seguro Social emitió un llamado a la población con el propósito de identificar síntomas que podrían indicar la presencia de este tipo de padecimientos que, según el instituto, debilita al sistema inmunológico y aumenta la susceptibilidad a infecciones y enfermedades. Incluso, aunque el Gobierno de México estimó en 2016 que anualmente nacen alrededor de 5,550 personas con esta enfermedad, durante el Congreso de la Sociedad Latinoamericana para Inmunodeficiencias 2023 se destacó que entre el 70% y el 90% de la población mundial aún no ha sido diagnosticada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como “raro” no sólo al padecimiento mencionado, también a otros 5,500 más. Inclusive, en junio del año pasado, el Diario Oficial de la Federación reconoció estas enfermedades en el país, instando a las dependencias y entidades a ofrecer servicios de salud de calidad a los afectados, ya que el sistema inmunológico de estas personas no puede defenderse adecuadamente contra infecciones ni lograr una coagulación efectiva.
Cooperación público-privada para salvar vidas mexicanas
Hoy es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes con estas condiciones gracias a las Terapias Derivadas del Plasma, un líquido humano rico en proteínas y sales elementales. Sin embargo, la baja disposición para donar este componente, así como la falta de tecnología adecuada en sector público han llevado a México a depender de las importaciones de estas terapias, enfrentándose a un mercado donde el suministro de este tratamiento no está necesariamente garantizado a países que no contribuyen con plasma.
Estados Unidos es el líder en la recolección, pues apoyan con más del 70% de la materia plasmática utilizada en el Mundo. En la actualidad, la recolección de este componente vital humano es un tema prioritario en la agenda de pacientes, médicos, familias y asociaciones civiles mexicanas.
La recolección de plasma compensado podría desempeñar un papel crucial en la elaboración de tratamientos médicos, tal como lo hace Estados Unidos, especialmente a medida que se incrementan los diagnósticos y emergen nuevas patologías, tal y como lo propone el colectivo Plasma que Salva. De hecho, durante la pandemia por Covid-19, la colecta de este componente de individuos recuperados fue fundamental para producir terapias para los casos más severos.
Plasma: alta demanda, poca disponibilidad
En Estados Unidos, se estima que quienes padecen alguna de las 450 inmunodeficiencias primarias necesitan hasta 130 donaciones de este componente al año. Por su parte, el doctor Francisco Espinosa Rosales, especialista en pediatría e inmunología, destaca que existen enfermedades poco frecuentes que también requieren cantidades significativas de productos derivados del plasma.
Las enfermedades neurológicas también demandan de tratamientos con dosis altas y prolongadas de plasma, siendo necesario el suministro para mantener la función muscular. Incluso, las Terapias Derivadas del Plasma son cruciales en la donación de órganos para disminuir el riesgo de rechazo, subrayando así la importancia de buscar de autoabastecimiento.
Debido a la naturaleza del plasma y la imposibilidad de replicarse en laboratorios, las naciones buscan alternativas para aumentar su recolección. En 2021, la Unión Europea experimentó un déficit de 3.8 millones de litros de plasma, según The Marketing Research Bureau. La Plasma Protein Therapeutics Association destaca que los países con un esquema dual de donación público-privado son los principales contribuyentes de este recurso esencial para la salud.
Países como Austria, República Checa, Hungría y Alemania, que cuentan con sistemas de donación público-privado, han tenido éxito en la recolección de plasma, como señaló la consultoría Vintura en 2020. Alemania lidera la lista con un excedente de más de 900 mil litros de plasma, contribuyendo significativamente a la Unión Europea. En contraste, México ha luchado sin éxito desde 1987 para atraer donantes altruistas.
En México, sólo un mínimo, significativamente insuficiente de las donaciones de plasma se destinan al sistema de salud para su uso en operaciones y necesidades médicas rutinarias, ya que actualmente se carece de la tecnología necesaria para un enfoque diferente. El país depende en gran medida de importaciones debido a la falta de infraestructura para la recolección y/o industrialización del plasma.
Aunque el enfoque actual en México, importaciones, satisface las necesidades inmediatas de plasma, va en contra de las recomendaciones de la OMS para prevenir el desabasto de las Terapias Derivadas del Plasma. La dependencia de un par de naciones, como Estados Unidos y Alemania, para la adquisición de estas soluciones médicas, junto con el aumento global de la demanda, plantea riesgos significativos de desabastecimiento.
¿Cómo enfrentar este escenario en México?
Pacientes, médicos y asociaciones civiles abogan por la modificación de la rezagada Ley General de Salud, la cual subestima la escasez de donaciones y la creciente demanda de tratamientos. Proponen adaptar la legislación de manera acorde con los avances científicos y tecnológicos en el ámbito médico, fomentando la cooperación entre los sectores público, privado, académico y científico, tanto a nivel nacional como internacional, y priorizando la seguridad de donadores y pacientes.
El Dr. Juan Manuel Cisneros, miembro activo de la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre, destaca obstáculos como el riguroso esquema laboral actual, la carencia de recursos económicos y la falta de incentivos institucionales gubernamentales. El grupo propone para su discusión en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, desde el año pasado, la posibilidad de permitir la donación compensada de plasma en México, siguiendo el modelo de países como Estados Unidos y Alemania. Argumentan que esto reduciría los costos asociados y aumentaría la recolección, garantizando un sistema estable y seguro para el tratamiento de enfermedades con Terapias Derivadas del Plasma. De lograrse, se abriría un nuevo capítulo para los pacientes en México.