Washington. La Suprema Corte de Estados Unidos, de mayoría conservadora, volvió a autorizar el jueves el aborto en casos de urgencias médicas en el estado de Idaho, donde está prácticamente prohibido interrumpir el embarazo.

La decisión, de alcance limitado al estado, representa una victoria momentánea para los activistas de los derechos reproductivos, porque no zanja la cuestión de fondo y devuelve el caso a tribunales inferiores.

El presidente demócrata Joe Biden celebró la decisión en un comunicado y afirmó que “a ninguna mujer se le debe negar atención, obligarla a esperar hasta estar en peligro de muerte o huir de su estado simplemente para recibir la atención que necesita”.

El derecho al aborto se ha convertido en un tema central de la campaña electoral rumbo a las elecciones de noviembre en las que Biden se enfrenta a Donald Trump.

El fallo (6-3) se deriva de apelaciones de las autoridades republicanas de ese estado y restablece una orden judicial inferior que garantizaba que los hospitales pueden practicar abortos para proteger la salud de la madre.

Pero el nuevo veredicto no aborda la cuestión de fondo, es decir, si la prohibición casi total de aborto en Idaho choca o no con una ley federal, conocida como EMTALA, que obliga a los hospitales a estabilizar a los pacientes que requieren atención urgente.

 

 

 

 

 

 

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