Moscú. Un total de 140 personas resultaron heridas en el atentado perpetrado en la sala de conciertos Crocus City Hall, situada en las afueras de Moscú, según los datos del Ministerio de Salud regional.

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El ente comunicó que un total de 105 personas se encuentran hospitalizadas, 32 reciben atención ambulatoria y otras tres ya han sido dadas de alta.

En tanto, la cifra de muertos se ubica en al menos 133, indicaron este sábado las autoridades rusas en un nuevo balance.

Las autoridades rusas arrestaron a los cuatro hombres sospechosos de perpetrar el ataque, dijo el presidente Vladímir Putin en un discurso a la nación el sábado. Sostuvo que los capturaron cuando huían a Ucrania.

Kiev rechazó enérgicamente su participación en el ataque del viernes a la sala Crocus City Hall en Krasnogorsk, y la filial del grupo Estado Islámico se declaró responsable.

Putin no mencionó al EI en su discurso, y Kiev acusó al presidente y otros políticos rusos de vincular falsamente a Ucrania con el ataque con el fin de elevar el fervor en la guerra contra Ucrania, que recientemente inició su tercer año.

Agentes de la inteligencia estadunidense confirmaron que la filial afgana de EI fue responsable del ataque, dijo un funcionario a la Associated Press. En semanas recientes, las agencias de inteligencia recabaron información de que la filial de EI planeaba un ataque en Moscú, y la transmitieron a las autoridades rusas, dijo el funcionario. El funcionario fue informado sobre el asunto, pero no tenía autorización para revelar información de inteligencia en público y lo hizo bajo la condición de anonimato.

Putin dijo que hay 11 detenidos por el ataque, que dejó además decenas de muertos y redujo la sala a un montón de ruinas humeantes. Lo calificó de “acto terrorista sangriento y bárbaro” y dijo que las autoridades capturaron a los cuatro sospechosos cuando trataban de huir a Ucrania a través de una “ventana” preparada del lado ucraniano de la frontera.

La prensa rusa difundió videos que parecían mostrar la detención interrogatorio de los sospechosos, uno de los cuales dijo frente a las cámaras que lo abordó el ayudante no identificado de un clérigo islámico a través de una app de mensajería y le pagó para que participara del ataque.

Informes en la prensa rusa identificaron a los agresores como ciudadanos de Tayikistán, una antigua nación soviética del Asia central que es mayoritariamente musulmana y limítrofe con Afganistán. Alrededor de 1,5 millones de tayikos han trabajado en Rusia y muchos tienen la ciudadanía.

Funcionarios de Tayikistán que rechazaron los informes de prensa ruso no hicieron declaraciones sobre el arresto de los cuatro sospechosos.

Muchos intransigentes rusos pidieron que se reprimiera a los migrantes tayikos, pero Putin dijo que “ninguna fuerza podrá sembrar las semillas venenosas de la discordia, el pánico o la desunión en nuestra sociedad multiétnica”.

Putin también dijo que se han impuesto nuevas medidas de seguridad en todo el país y decretó una jornada nacional de luto para el domingo.

El ataque, el más mortífero en Rusia desde hace años, constituye una gran vergüenza para el mandatario ruso, días después de que consolidó su férreo poder para un nuevo sexenio, en una votación precedida por una represión del disenso que no se veía desde la era soviética.

Algunos comentaristas preguntaron en las redes sociales cómo era posible que las autoridades, que han reprimido implacablemente la actividad opositora y amordazado la prensa independiente, fueran incapaces de prevenir el ataque a pesar de as advertencias estadunidenses.

Hace dos semanas, la embajada de Estados Unidos en Moscú emitió un aviso para exhortar a los estadunidenses a evitar lugares de gran concurrencia, dados los planes “inminentes” de extremistas de atacar conciertos y otras aglomeraciones en Moscú. Otras embajadas occidentales se hicieron eco del aviso.

Los investigadores el sábado removían los escombros en busca de víctimas, y las autoridades dijeron que la cifra de podía aumentar. Cientos de personas hicieron filas en Moscú el sábado para donar sangre, dijo el ministerio de salud.

“Enfrentamos no solo un ataque terrorista exhaustiva y cínicamente preparado, sino el asesinato masivo de gente inocente pacífica”, dijo Putin.

Antes de que Putin declarase que los autores del ataque trataron de huir a Ucrania,legisladores rusos se apresuraron a señalar a Kiev inmediatamente después del ataque. Pero Mykhailo Podolyak, un asesor del presidente Volodymyr Zelenskyy, lo rechazó enérgicamente.

“Ucrania nunca ha recurrido al uso de métodos terroristas”, dijo en X. “Todo en esta guerra será decidido únicamente en el campo de batalla”.

El ministerio del Exterior ucraniano acusó a Moscú de aprovechar el ataque para tratar de alentar el fervor por su campaña bélica.

“Consideramos que tales acusaciones son una provocación planificada por el Kremlin para alimentar la histeria antiucraniana en la sociedad rusa, crear las condiciones para una mayor movilización de ciudadanos rusos para participar en la agresión criminal contra nuestro país y desacreditar a Ucrania ante la comunidad internacional”, dijo el ministerio en un comunicado.

Las imágenes publicadas por los medios estatales rusos el sábado mostraron a una flota de vehículos de emergencias todavía en el exterior de las ruinas del Crocus City Hall, un centro comercial y sala de conciertos con capacidad para más de 6.000 personas ubicado en Krasnogorsk, en el extremo occidental del la capital, Moscú.

Videos publicados en internet mostraban a hombres armados en el interior del recinto que disparaban a civiles a quemarropa. El techo del teatro, donde una multitud esperaba para asistir el viernes a un concierto de la banda de rock local Picnic, se derrumbó en la madrugada del sábado luego de que los bomberos pasaron horas luchando contra un incendio que comenzó durante el asalto.

En un comunicado publicado por su agencia de noticias Aamaq, la filial de Estado Islámico en Afganistán dijo que atacó una gran concentración de “cristianos” en Krasnogorsk. La autenticidad de la afirmación no ha podido verificarse por el momento.

En un nuevo mensaje en Aamaq el sábado, el grupo dijo que el ataque fue realizado por uatro hombres con fusiles automáticos, una pistola, puñales y bombas incendiarias. Dijo que los hombres dispararon a la multitud y también apuñalaron a algunas personas. Añadió que el ataque fue parte de la guerra de EI contra países que, dijo, combaten el islam.

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