Chicago. El subsecretario de Justicia interino Emil Bove visitó Chicago este domingo para presenciar la intensificación de las leyes de inmigración, aunque se dieron a conocer pocos detalles de la operación.

Bove informó que estuvo en Chicago el domingo por la mañana y observó a agentes del Departamento de Seguridad Nacional, junto con agencias federales de apoyo, incluyendo el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. No especificó dónde tuvieron lugar las operaciones en la ciudad ni detalló ningún arresto.

“Apoyaremos a todos en los niveles federal, estatal y local que se unan a esta misión crítica para recuperar nuestras comunidades”, indicó Bove en un comunicado. “Utilizaremos todas las herramientas disponibles para abordar la obstrucción y otros impedimentos ilegales a nuestros esfuerzos para proteger la patria. Lo más importante es que no descansaremos hasta que el trabajo esté terminado”.

El vocero del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Jeff Carter, afirmó que la agencia “comenzó a realizar operaciones dirigidas” el domingo en Chicago, pero declinó otros detalles, citando una operación en curso. Los portavoces del FBI, ATF y la Administración de Control de Drogas confirmaron su participación, pero no proporcionaron más información.

Los residentes de Chicago, especialmente las comunidades inmigrantes, vivieron momentos de tensión desde hace meses en anticipación de arrestos a gran escala promocionados por la administración Trump. El ambiente ha sido especialmente tenso la semana pasada, ya que altos funcionarios de Trump prometieron iniciar operativos en Chicago el día después de la investidura de Trump, antes de retractarse.

Grupos de derechos de los inmigrantes intentaron prepararse con campañas para que los inmigrantes conozcan sus derechos en caso de arresto. Los funcionarios de la ciudad hicieron lo mismo, publicando información similar en estaciones de autobuses y trenes públicos.

El viernes, funcionarios de las escuelas públicas de Chicago creyeron erróneamente que agentes de ICE habían llegado a una escuela primaria de la ciudad y emitieron declaraciones a ese efecto antes de enterarse de que eran del Servicio Secreto. La noticia de agentes de inmigración en una escuela, que había estado fuera de límites para los agentes de inmigración hasta que Trump terminó con la política la semana pasada, atrajo críticas rápidas de grupos comunitarios y del gobernador JB Pritzker.

El gobernador demócrata, un crítico frecuente de Trump, cuestionó el enfoque agresivo de las operaciones y el efecto paralizante para otros, particularmente para los inmigrantes que respetan la ley y que han estado en el país durante años.

“Necesitamos deshacernos de los criminales violentos. Pero también necesitamos proteger a las personas, al menos a los residentes de Illinois y de todo el país, que están haciendo lo que esperamos que hagan los inmigrantes”, expresó Pritzker el domingo en “State of the Union” de CNN.

Chicago ha sido uno de los blancos favoritos de Trump. La ciudad tiene algunas de las protecciones más fuertes que prohíben la cooperación entre la policía local y los agentes de inmigración.

El sábado, varios grupos de derechos de inmigrantes con sede en Chicago presentaron una demanda contra ICE, buscando una orden judicial que prohíba ciertos tipos de redadas en Chicago.

“Las comunidades de inmigrantes que han llamado hogar a Chicago durante décadas están asustadas”, dijo Antonio Gutiérrez de Comunidades Organizadas Contra la Deportación, uno de los demandantes. “Nos negamos a vivir con miedo y lucharemos contra cualquier intento de revertir el trabajo que hemos hecho para mantener unidas a las familias”.

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