Ciudad de México. La contienda del año pasado que disputó Brandon Moreno en la Ciudad de México cambió por completo su carrera y su mentalidad. En ese entonces, el tijuanense llegaba como campeón del mundo de la UFC y se vio sorprendido por una derrota; un doloroso traspié qué lo llevó incluso a una pausa de nueve meses. Ahora, retorna a la capital, ya sin presiones, sólo con la intención de seguir demostrando su habilidad como peleador de artes marciales mixtas.
“Estoy muy emocionado, muy contento. ¡Cabrones, lo hicimos de nuevo, perros. Aquí estamos, siento una vibra increíble”, gritó con euforia Moreno para cerrar una conexión que ha creado con los aficionados que lo apoyaban de cara la función del sábado en la Arena Ciudad de México donde será estelar en un duelo contra el australiano Steve Erceg.
Moreno se mostró ayer relajado en el pesaje -donde marcó sin problemas las 125 libras de peso mosca- pero sobre todo en el careo ante Erceg. Con la bandera mexicana como símbolo de orgullo y una sonrisa incluso amistosa se paró frente a su rival, quien también respondió de manera afable, una respuesta diplomática al estar en casa del adversario.
La función del sábado será la cuarta ocasión en la que Moreno pelea en México bajo la firma de la UFC. No obstante hasta ahora no han podido salir con un triunfo, pues ha sufrido dos derrotas y un empate.
Pese a los resultados adversos la afición aún lo aclama. “Moreno, Moreno”, rugieron cientos de seguidores en reconocimiento a quien fuera el primer campeón del mundo de la UFC nacido en México