La ballena jorobada que encalló muerta la noche del miércoles en las costas de Mazatlán ya fue sepultada para evitar daños a la salud pública por el personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Sinaloa y autoridades municipales, con la finalidad de cumplir el Protocolo de Atención para Varamiento de Mamíferos Marinos.

La Profepa informó este jueves en un comunicado que el cetáceo, de unos ocho metros de largo y 15 toneladas, se encontró enmallado en una red chinchorro, “probablemente utilizada para la pesca de pez sierra”. Sin embargo, precisó, no se pudo determinar que ésta haya sido la causa de muerte, porque “no tiene hendiduras en las aletas, aunque su piel sí estaba dañada por la fricción de los hilos”.

Sin precisar cuándo y dónde se realizó el entierro, la procuraduría indicó que el protocolo tiene la finalidad de establecer bases y procedimientos para la atención de encallamientos de mamíferos marinos en territorio nacional. En este proceso, aseguró, deben involucrarse autoridades de los gobiernos federal, estatal y municipal, así como grupos voluntarios de apoyo.

De acuerdo a su artículo primero del protocolo, luego de levantar un registro y buscar las posibles causas del acontecimiento se procede a atender el varamiento de mamíferos vivos o muertos, destacó, por lo que determinó que en el caso de esta ballena jorobada, de tipo megaptera novaeangliae, se procedió a sepultarla para evitar daños a la salud.

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