En los recientes seis años, el Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) se convirtió en una “institución de seguridad social”, pues además de los créditos hipotecarios también administra distintos tipos de activos que generan rendimientos a los futuros pensionados, además de diversificar su portafolio de acciones de vivienda para atender las necesidades de los derechohabientes, aseveró el director Carlos Martínez Velázquez.

A unos días de que finalice la actual administración, aseguró que hereda una institución con solidez financiera, pues de 2019 a agosto de 2024 se han otorgado créditos con una derrama por 1.3 billones de pesos y los ingresos por recaudación patronal ascendieron a 1.6 billones de pesos en ese mismo periodo.

En conferencia de prensa en la que presentó un balance de la institución, el funcionario resaltó que el activo neto del Fondo de Apoyo a las Necesidades de Vivienda de los Trabajadores pasó de 146 mil millones de pesos en 2018 a 761 mil millones de pesos en agosto de 2024. Además, el programa de devolución automática del Fondo de Ahorro 72-92 permitió devolver 153 por ciento más recursos que en los 10 años anteriores, equivalentes a 3 mil 471 millones de pesos.

Martínez Velázquez también se refirió a las 650 mil viviendas en abandono que fueron construidas en sexenios pasados e identificadas al inicio de este gobierno. Dio a conocer que si bien se analizó que podrían recuperarse entre 80 mil y 100 mil, finalmente fueron 30 mil.

Explicó que la mayoría de las viviendas abandonadas –la mayoría ubicadas en Nayarit y Coahuila donde se documentó un fraude inmobiliario y se investiga a jueces y ex funcionarios– fueron subastadas, están bajo un litigio y están en manos de terceros, “es un negociazo del sexenio pasado”.

La razón por la que el instituto no ha reclamado las casas y se logró una recuperación menor, aseguró, es porque lo primordial es que se cuente con la certeza jurídica de esa propiedad. Entonces “mientras no tengamos la propiedad plena, no utilizamos la vivienda, mientras haya oportunidad de resarcir, de limpiar los procesos y de salvaguardar los derechos humanos” de los derechohabientes.

El director del Infonavit también comentó sobre los trabajos de transición que inició con su sucesor Octavio Romero Oropeza, particularmente sobre la reforma la materia que permitirá al Instituto destinar recursos para construir un millón de viviendas, así como la colocación de créditos, los programas de cobranza social y las finanzas del organismo.

Detalló que se entregará a la próxima administración un estudio sobre los terrenos que los gobiernos de los estados pueden donar y que son susceptibles para el desarrollo habitacional. El uso de tierra pública “es parte de los costos que se pueden abatir, porque no está en manos de especuladores, y puede estar disponible a favor de los programas de vivienda que ponga en marcha el próximo gobierno”.

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