Ciudad de México. En el décimo aniversario de los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que “se complicaron la cosas” y no se llegó a la verdad ni la justicia en su mandato.

“Pero la verdad siempre se abre paso y la justicia tarda, pero llega. Hay que seguir adelante”, señaló en la mañanera de este jueves.

No dejó pasar oportunidad para expresar su solidaridad con las familias de los estudiantes, 43 de ellos víctimas de desaparición forzada y otros tres asesinados en la llamada noche de Iguala, el 26 y 27 de septiembre de 2014.

“No quiero dejar de expresar mi sentir, mi tristeza, y manifestar mi solidaridad con las madres y los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, hoy se cumplen 10 años de la desaparición”, señaló.

Acentuó que en su administración “hicimos todo por encontrar a los jóvenes y a nadie se le protegió, queríamos saber todo. Se complicaron las cosas, están enredadas, complicadas, por intereses”.

En víspera del fin de su gobierno, indicó que en los pocos días que aún le quedan de gestión, continuará trabajando para intentar dar con el paradero de los normalistas.

“Y como les expresé en la carta, que les escribí, que les envié (a las familias), Claudia Sheinbaum, la próxima presidenta, es una mujer muy sensible, le va a dar contundida a la investigación. No hay, que les quede muy claro, se los digo de manera sincera, con todos mis sentimientos, no hay impunidad para nadie”.

Sobre el inédito operativo de seguridad que se desarrolla en las inmediaciones del Zócalo capitalino —a donde esta tarde llegarán las familias de los jóvenes y miles de manifestantes para exigir justicia y verdad por el caso—, el mandatario aseveró que la intención es prevenir.

“Ellos van a manifestarse, están en todo su derecho de hacerlo, hay que comprender lo que significa la pérdida de un ser humano, mas cuando se trata de un hijo”.

Agregó: “Aunque son demandas muy justas, desde luego, siempre hay provocadores, gente que se aprovecha de las circunstancias, oportunistas, sectarios, conservadores que quisieran hacernos daño.

“Entonces tenemos que proteger los edificios históricos, en este caso la Catedral, el Palacio Nacional, porque no sólo vienen los papás y las mamás, vienen grupos de derecha, muy conservadores, de estos que se cubren el rostro y que tiran piedras, cohetones, bombas molotov y buscan hacer daño. Entonces, sin represión, porque nuestro gobierno no ha habido ni habrá represión, vamos a procurar que haya una manifestación pacífica”, concluyó.

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