Ciudad de México. Ante la tendencia de una vida sedentaria entre los niños, niñas y adolescentes (8 de cada 10 pasa más de dos horas diarias frente a pantallas), especialistas señalaron que debe existir un equilibrio entre la actividad física, el sedentarismo y el sueño, ya que aquellos que son activos físicamente tienen un mejor desempeño escolar.

Durante el conversatorio “Escuela activa, infancia saludable: estrategias prácticas para promover hábitos saludables en el entorno escolar”, organizado por Salud Justa, los especialistas refirieron que casi un tercio de los escolares de 10 a 14 años realizan menos de 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa, y cerca de 40 por ciento duerme menos de lo recomendado (9 horas).

Gerardo Sánchez, médico preventivista señaló que los niños y adolescentes pasan gran parte de su tiempo en las escuelas, por ello, destacó la importancia de este espacio, pues “no es sólo un lugar para aprender conocimientos académicos sino también para desarrollar hábitos saludables que perduren toda la vida y deben aprovecharse para generar un enfoque integral de comportamientos saludables”.

Por su parte, Alejandra Jáuregui, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), mencionó que dependerá de la combinación entre el sedentarismo, el sueño y la actividad física para determinar cómo los niños y adolescentes se comportarán durante las 24 horas de su día. Explicó que es necesario el balance entre estos elementos para promover la salud porque si hacen actividad física por dos horas pero el resto del día son sedentarios o duermen menos de lo recomendado no hay un beneficio para alcanzar un “potencial verdadero”.

Destacó que entre los beneficios que no son tangibles al hacer actividad física y reducir el sedentarismo están un mejor desarrollo cognitivo, pues “será un niño más inteligente al mejorar su memoria, su razonamiento matemático y comprensión del entorno”. Asimismo, en su salud emocional podrá modular la ansiedad, el estrés y regular sus reacciones.

Gabriela Argumedo, del INSP, mencionó que la escuela es un espacio que promueve la educación física, pues en promedio dan 37 minutos al día de esta actividad durante las clases a los niños y adolescentes, pero deben complementarse con ejercicios en casa y en espacios recreativos para sumar los esfuerzos.

Recomendó que las clases de educación física podrían darse más días por semana a cada estudiante para mejorar su salud, como sucede en otros países, por ejemplo, Hungría, que da clases de 45 minutos durante cinco días a la semana.

Recalcó que entre los beneficios no físicos de estas actividades están el asumir responsabilidades de su comportamiento, lidiar con el éxito y el fracaso, reforzar el comportamiento pro social a través de la participación y el rendimiento.

 

Compartir