Deir Balah. La ONG World Central Kitchen (WCK) suspendió ayer sus labores de ayuda en la franja de Gaza, luego de que siete de sus trabajadores extranjeros murieron en un ataque con drones del ejército de Israel, que el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó de no intencional, pero es parte de lo que sucede en una guerra.

Varios barcos que llegaron hace poco a Gaza emprendieron el regreso a Chipre con 240 toneladas de ayuda no distribuida tras el bombardeo, anunció ayer un funcionario en la nación insular mediterránea, que ha tenido un papel importante para establecer la ruta marítima.

Netanyahu señaló que las autoridades están revisando esto a fondo y harán todo lo posible para que esto no ocurra de nuevo.

Imágenes de los cuerpos de los cooperantes ultimados en el ataque y que yacían en un hospital de la localidad central gazatí de Deir Balah mostraron que varios llevaban ropa de protección con el logotipo de la organización benéfica.

Los fallecidos eran los británicos John Chapman, James Henderson y James Kirby, informó la BBC; el australiano Zomi Frankcom, de acuerdo con The Independent; el polaco Damian Sobol, identificado por la cancillería de su país; Jacob Flickinger, de ciudadanía estadunidense y canadiense, según los registros hospitalarios, así como el conductor palestino Saifeddin Issam Ayad Abutaha.

WCK, la organización benéfica, fundada por el chef español-estadunidense José Andrés, era pieza central de una ruta marítima abierta hace poco para llevar ayuda que se necesita con desesperación en el norte de Gaza, donde según la Organización de Naciones Unidas buena parte de la población está en riesgo de morir de hambre, prácticamente aislada del resto del territorio por las fuerzas israelíes.

José Andrés, cuya organización benéfica opera en varios países afectados por distintas crisis o guerras, dijo tener el corazón roto por la muerte de sus colegas.

El gobierno israelí debe detener estas muertes indiscriminadas y permitir la ayuda humanitaria, debe dejar de utilizar la comida como arma, escribió en la red social X.

WCK dijo que el equipo viajaba en una caravana de tres vehículos, dos de ellos blindados, y había coordinado sus movimientos con el ejército israelí. Los vehículos iban claramente señalizados en los techos con logotipos de la ONG que permitían su identificación.

Se abrirá investigación, afirma el ejército

El contralmirante Daniel Hagari, portavoz jefe del ejército israelí, comentó que las autoridades analizaban lo ocurrido al más alto nivel, y que se abriría una investigación independiente que nos ayudará a reducir el riesgo de que vuelva a ocurrir un incidente así.

Erin Gore, directora general de WCK, mencionó que esto no es sólo un ataque contra WCK, sino contra organizaciones humanitarias que acuden a situaciones difíciles.

El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente, Philippe Lazzarini, mencionó estar devastado por el bombardeo a WCK y destacó la labor de esta ONG que ayuda “a una población que muere de hambre.

Los siete trabajadores de World Central Kitchen abatidos en un ataque israelí en Gaza. Foto de la página de WCK

La relatora especial de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, publicó en X: conociendo cómo opera Israel, mi evaluación es que mataron intencionalmente a los trabajadores de WCK para que los donantes se retiraran y los civiles en Gaza puedan seguir muriendo de hambre en silencio.

El fundador de la ONG Proactiva Open Arms, Óscar Camps, denunció el vacío irreparable que deja el ataque.

La ONU, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea condenaron, por separado, el bombardeo israelí.

El premier australiano, Anthony Albanese, aseveró que su país estaba indignado por la muerte completamente inaceptable de una connacional en Gaza en el ataque aéreo israelí, y afirmó que Tel Aviv se comprometió a llevar a cabo una exhaustiva pesquisa.

España exigió a Israel aclarar las circunstancias del brutal ataque y el presidente Pedro Sánchez externó su más profundo pesar por la muerte de los cooperantes de WCK, informó el corresponsal de La Jornada Armando G. Tejeda.

Alemania aseguró que no se pueden permitir incidentes de ese tipo y pidió una investigación. China expresó su conmoción y culpó a las fuerzas israelíes por el incidente, mientras Francia y Polonia condenaron el ataque.

El gobierno británico convocó ayer a la embajadora de Israel en Londres, Tzipi Hotovely, por la muerte de sus tres ciudadanos.

Irán llamó a la comunidad internacional a condenar la matanza, mientras Chipre informó que mantendrá abierta su ruta hacia la franja de Gaza.

Hamas denunció que el ataque de Israel forma parte de política israelí de asesinatos sistemáticos de civiles inocentes.

En ese contexto,el presidente de Francia, Emanuel Macron, y el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, resaltaron la importancia de evitar una escalada del conflicto en la franja de Gaza, en especial hacia Líbano, donde el ejército de Israel y el partido chíita Hezbolá mantienen enfrentamientos desde el pasdo 7 de octubre.

En Israel ayer continuaron las protestas fuera del Parlamento israelí contra el gobierno de Netanyahu y a favor de la liberación de los rehenes retenidos por Hamas.

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