Londres. El Reino Unido se convirtió oficialmente el domingo en el duodécimo miembro de un pacto comercial transpacífico que incluye a Japón, Australia y Canadá, en su intento de estrechar lazos en la región y construir sus vínculos comerciales globales tras abandonar la Unión Europea (UE).

Reino Unido anunció el año pasado que se uniría al Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) en su mayor acuerdo comercial desde el Brexit.

La adhesión significa que Reino Unido podrá aplicar las normas comerciales del CPTPP y reducir los aranceles con ocho de los 11 miembros actuales a partir del domingo: Brunéi, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

El acuerdo entra en vigor con Australia el 24 de diciembre, y se aplicará con los dos últimos miembros –Canadá y México– 60 días después de que lo ratifiquen.

El pacto representa los primeros acuerdos de libre comercio de Reino Unido con Malasia y Brunéi, y aunque tenía acuerdos con los otros países, las disposiciones del CPTPP van más allá, especialmente al dar a las empresas opciones sobre cómo utilizar las disposiciones sobre “normas de origen”.

El CPTPP no tiene un mercado único de bienes o servicios, por lo que no se exige una armonización normativa, a diferencia de la UE, cuya órbita comercial Reino Unido abandonó a finales de 2020.

Reino Unido calcula que el pacto puede valer 2 mil millones de libras (2 mil 500 millones de dólares) al año a largo plazo, menos de 0.1 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Pero en una señal de las implicaciones estratégicas del pacto, más que las puramente económicas, Reino Unido puede ahora influir en la posibilidad de que los solicitantes China y Taiwán se unan al grupo.

El acuerdo de libre comercio tiene sus raíces en la Asociación Transpacífica respaldada por Estados Unidos, desarrollada en parte para contrarrestar el creciente dominio económico de China.

Estados Unidos se retiró en 2017 bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump y el pacto renació como CPTPP.

Costa Rica es el siguiente país solicitante en pasar por el proceso de adhesión, mientras que Indonesia también aspira a hacerlo.

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