Ciudad de México. La calificadora Moody´s bajó su perspectiva de crecimiento para 2024 de la economía mexicana de 2.4 por ciento a 1.5 por ciento y de 1.5 a 1.3 por ciento para 2025, según el reporte global de mercados emergentes Perspectiva 2025: estable pero frágil, con riesgos crediticios inminentes, elaborado por la firma.
Expuso que el crecimiento económico constante, pero diferenciado, y la desaceleración de la inflación continuarán, y que espera que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en conjunto de 23 de las economías emergentes más importantes se desacelere al 3.8 por ciento en 2025, desde el 4.1 por ciento de 2024, con una amplia variación continua por región y país.
Moody’s detalló que esto se debe a una desaceleración en algunas de las principales economías, incluida China.
“El crecimiento repuntará en los demás mercados emergentes más pequeños, impulsado en parte por la demanda interna”. Comentó.
Agregó que los bancos enfrentan mayor crecimiento del crédito y calidad estable de los activos, pero menor rentabilidad.
Mencionó que el entorno se mantendrá mayormente estable o mejorará para los bancos en mercados emergentes, lo que refleja un firme crecimiento del PIB y recortes de tasas, que impulsarán el crecimiento del crédito y la calidad de los activos.
“Sin embargo, la rentabilidad de los bancos puede disminuir en varios países debido a los desequilibrios en los ajustes de las tasas de interés de los préstamos y depósitos. Los riesgos crediticios importantes para los bancos en mercados emergentes incluyen tensiones geopolíticas y posibles cambios en las políticas de Estados Unidos”, advirtió la calificadora en el análisis realizado por Vittoria Zoli.
La analista de Moody’s Ratings, señaló que para 2025, se espera que las condiciones de crédito de los mercados emergentes se estabilicen aun más, impulsadas por un crecimiento económico constante, una inflación en desaceleración y una relajación monetaria tanto en los mercados desarrollados como emergentes.
“Se anticipa que dichas condiciones facilitarán la refinanciación y el crecimiento del flujo de caja y reducirán el riesgo de activos. Pero persisten los riesgos crediticios”, sostuvo.