Bruselas. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, recibe este miércoles al presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, y varios mandatarios europeos para discutir la situación de la guerra entre ucranios y rusos.
La minicumbre informal en la residencia oficial de Rutte en Bruselas es “una buena oportunidad para hablar sobre garantías de seguridad a Ucrania, para hoy y para mañana”, dijo Zelensky.
En la reunión está prevista la participación de varios jefes de gobierno, como la italiana Giorgia Meloni y el alemán Olaf Scholz, así como altos funcionarios de Dinamarca, Países Bajos, Polonia y el Reino Unido.
En tanto en representación de la UE están invitados la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Poco antes, Zelensky mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Este miércoles, Rutte dijo que la prioridad del momento era proporcionar a Ucrania armas y recursos para que el país se sitúe en una posición de fuerza.
“Si discutimos ahora entre nosotros cómo podría verse un acuerdo, le estaremos facilitando las cosas a Rusia”, dijo.
Por su parte, Scholz dijo que discutir ahora el envío de tropas para vigilar un alto al fuego “no tiene sentido”.
Este miércoles, ante el Parlamento Europeo, Von der Lyen dijo que al refuerzo de las capacidades ucranias era “no apenas un imperativo moral. sino también un imperativo estratégico”.
Para Von der Leyen, “el mundo está mirando. Nuestros amigos y sobre todo nuestros adversarios observan con mucho cuidado como sostenemos nuestro soporte a Ucrania”.
Para Ucrania se trata de una carrera contra el reloj, ya que en apenas semanas Donald Trump volverá al poder en Estados Unidos.
Trump insiste en un acuerdo para poner fin a la guerra (que promete resolver en un día) y sugiere la posibilidad de suspender la ayuda militar a Kiev.
El gobierno ucranio, que se negaba radicalmente a la idea de una negociación de paz con Rusia, admite ahora esa posibilidad siempre que se garantice la seguridad del país.
Paz duradera
En varias capitales europeas ya han comenzado los primeros tímidos contactos para plantear el envío de tropas a Ucrania con las que asegurar un eventual cese del fuego entre Kiev y Moscú.
“Oficialmente esto no está en la agenda, pero como habrá mucha gente importante en la misma sala, no se puede descartar por completo”, dijo un diplomático de la OTAN.
El martes, Donald Tusk se reunió con Zelensky y luego afirmó que su país “velará” para que “ninguna negociación conduzca a decisiones injustas”.
De su lado, Zelensky apuntó que “después de la investidura del presidente Trump [el 20 de enero], los esfuerzos para interrumpir la guerra obviamente se van a intensificar”.
Ante este escenario, Ucrania busca fortalecer su situación para que, en la eventualidad de negociaciones de paz, lo haga desde una posición favorable.
El país, invadido por Rusia en febrero de 2022, ha intensificado su presión para ser admitida de inmediato como país de la OTAN, pero los propios miembros de la alianza admiten que esa posibilidad es aún lejana.
Por ello, el objetivo de los países de la OTAN es “hacer que Ucrania sea lo más fuerte posible antes de posibles negociaciones”, dijo una fuente cercana al gobierno alemán.
Mientras tanto, Zelensky sigue reclamando que los aliados de la OTAN le den más armas, especialmente sistemas de defensa aérea.
El presidente ucranio dijo el martes que su país necesita entre 12 y 15 sistemas de defensa aérea adicionales para protegerse de los ataques rusos contra sus ciudades e infraestructura energética.
En el plano diplomático, Ucrania insiste en que podría aceptar conversar sobre un cese de hostilidades si el país recibe garantías de seguridad y se defiende su unidad territorial.