Cali. En las estrategias regionales y mundiales sobre el ambiente es racista no considerar a los pueblos afrodescendientes que viven en las zonas de mayor riqueza natural, quienes son, a la vez, los más afectados por las actividades extractivas, advirtió Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, en los trabajos iniciales de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad Mundial (COP16).

El mensaje de la funcionaria del país anfitrión se dio en una reunión con directivos del Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe (CAF).

En los grupos de trabajo, delegados de más de 190 naciones y y organizaciones no gubernamentales empezaron a discutir convenios para financiar la sustentabilidad.

En ese primer encuentro colectivo hizo ruido la propuesta de Colombia y Brasil, precisamente para la inclusión de los afrodescendientes en los documentos básicos de este mecanismo y, eventualmente, en el reparto de recursos para concretar el rescate de los ecosistemas.

Mientras representantes de la región la apoyaron, enviados de países de África dijeron que no había necesidad de ello, de recordar –dijo uno– la esclavitud y la colonia, que bastaba con referirse a pueblos locales.

Así, dio inicio la reunión multitudinaria de investigadores, activistas y funcionarios de todo el mundo dentro de una de las dos grandes conferencias de ambiente de las naciones unidas; la de biodiversidad que se reúne cada dos años y la anual de cambio climático.

En esta edición (COP16) tiene como sede a Colombia y, por tanto, los reflectores destacan la región latinoamericana y el Caribe, donde radican más de la mitad de todas las especies naturales del mundo.

El objetivo de la cumbre mundial es generar mecanismos para la restauración, para lo cual hace falta financiación, y alcanzar los objetivos en breve, a más tardar en 2030.

Los objetivos globales son ambiciosos: recuperar al menos un tercio de los sistemas afectados, detener la extinción de especies y, sobre todo, atender a los pueblos.

Por lo pronto, el presidente del CAF, Sergio Díaz Granados, dijo que la estructura financiera internacional debe modificarse con planes en favor del ambiente. Con instrumentos como canjes de deuda por acciones de conservación del planeta.

Este banco verde anunció un programa de 300 millones de dólares para conservar y restaurar los ecosistemas estratégicos para la región, como la Amazonia, los bosques Atlánticos, el Platanal, el Chaco, la Patagonia, la Antártida y la Corriente de Humboldt.

Estos 300 millones de dólares sólo son el comienzo, pues vamos a ofrecer una herramienta de identificación de proyectos de calidad para canalizar recursos de donación y financiamiento, lo que incentivará nuevas inversiones para proteger la biodiversidad de nuestros países”, añadió.

Anielle Franco, ministra de Igualdad Racial de Brasil, señaló que muchas veces las personas no entienden para qué sirven los documentos que firmamos, como los protocolos de intención y los memorandos de entendimiento. Pero es una semilla que estamos plantando y que hoy estamos viendo florecer. Brasil y Colombia implementan este programa regional con el objetivo de enfrentar las desigualdades raciales y socioambientales que afectan a estos pueblos, comunidades históricamente, excluidas y marginadas.

Recientemente también, El Salvador, participó en la conversión de deuda por naturaleza para la conservación de cuencas, particularmente en la región del río Lempa.

La recompra de más de 1000 millones de dólares de bonos, financiará la conservación, la seguridad hídrica y la restauración de ecosistemas.

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