Ciudad de México. Pumas volvió a sonreír en Ciudad Universitaria. Jugó con criterio y velocidad, a pesar de haber perdido a varios de los jugadores que marcaron diferencia en su reciente recorrido, entre ellos César Chino Huerta. El talento de sus jugadores más jóvenes impulsó este domingo el triunfo 2-1 ante el Necaxa en la primera fecha de la Liga Mx.

Aunque los felinos pueden parecer un listado de dudas y problemas, debido a la falta de referentes, basta un ataque para acreditar su dominio sin tener respuesta de su rival. Los goles de Jorge Ruvalcaba (minuto 25) y Rodrigo López (29) cambiaron de dirección el partido, lo hicieron más cómodo y útil para el entrenador Gustavo Lema.

El argentino dio orden de calentar a todo el mundo. Dos de los que lo hicieron fueron Ulises Rivas y Rogelio Funes Mori, decisivos el torneo pasado en el que cayeron con Monterrey en cuartos de final. Tardaron en aparecer, pero su influencia fue necesaria para resistir el asedio de los Rayos, mucho más agresivos tras el 2-1 del colombiano Diber Cambindo (64). El campeón de goleo en 2024 intentó más de una vez imponer la crecida de su equipo ante el arquero Pablo Lara, quien debutó con 19 años y 6 meses.

Lara, casi siempre seguro y motivado por el reconocimiento de un público que gritó “¡Pooortero, pooortero!” después de cada atajada, se convirtió en el tercer guardameta más joven en debutar con Pumas en torneos cortos. Esdras Rangel (19 años, 3 meses) y Odín Patiño (19 años, 2 meses) aún están por encima. Alentados por su seguridad, Ruvalcaba y Rodrigo López aprovecharon los errores necaxistas con goles que tiene registrados como marca patentada: velocidad, desequilibrio y contundencia.

Fue un 2-0 que detuvo los planes de su rival y detectó las carencias de la defensiva armada por el argentino Nicolás Larcamón, flamante técnico del conjunto hidrocálido. Cambindo lo decoró con el tanto de la honra.

Visitantes en un recinto con 18 mil 133 personas -Cruz Azul registró el sábado una asistencia de 9 mil 732 personas como local- el partido del Necaxa se relacionó más con una fase de pretemporada que con el recorrido en la Liga. A sus jugadores no le sientan bien los ritmos altos. No son un conjunto armonioso ni de futbol fluido. Le faltan coartadas.

Si bien Pumas tuvo déficits de juego, nostalgia por perder al Chino Huerta -ahora refuerzo del Anderlecht- y la presión de no ser campeón desde hace más de una década, el resultado nunca estuvo en riesgo.

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