La versatilidad temática del dibujante Melecio Galván (1945-1982) queda demostrada en Pulsión creativa, exposición de 28 piezas (20 originales y ocho copias), que abrió ayer en el Museo de la Ciudad de México. Su propósito es apreciar la amplitud de la mirada de este artista, muerto prematuramente, cuyo asesinato nunca ha sido aclarado.

Curada por su hija, Amaranta Galván Jiménez, la exhibición comprende seis núcleos temáticos: Cien años de soledad, con cuatro piezas a color, en formato de historieta, hechas por iniciativa propia; Las Amarantas, cuyos cartones son un homenaje a las mujeres que inspiraron al artista; El niño y la televisión, El niño y el gorila, Los niños, apartados dedicados a la infancia como fuente de inspiración, e Incidentes melódicos del mundo irracional, una reinterpretación gráfica del cuento del mismo nombre de Juan de la Cabada, publicado en 1944.

El último núcleo temático comprende tres cuadernos, uno de los cuales está inconcluso. “Lo llevaba consigo cuando lo mataron. También traía el misal, con unas 18 ilustraciones que son como el bocetaje del resultado final del libro de artista Incidentes melódicos del mundo irracional”, apunta Galván Jiménez. Por fortuna, el material se pudo recuperar.

La exposición es una iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. De acuerdo con Luis Gallardo, encargado de Ágora Galería de Pueblo, “Alma Muñoz, esposa de Antonio Helguera, detonó la propuesta en el museo como parte del programa del Gabinete de maravillas Antonio Helguera. El caricaturista consideraba a Galván un creador de gran influencia en su trabajo”. Finalmente, se concretó para la sala contigua, aunque está propuesta como parte de una muestra del Gabinete de maravillas.

Exigencia en el detalle

Al analizar la obra expuesta en diferentes ocasiones en la capital del país, dado que las personas suelen interesarse por Militarismo y represión, serie que resguarda en comodato el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México, se decidió concentrarse en las piezas con menos foco de atención, aunque son de alta calidad. Mi papá llegó a usar cuentahílos para dibujar, lo que requirió de un nivel de exigencia en cuanto al detalle del dibujo y de la finura de la línea, apunta su hija.

Otra propuesta fue la ternura como una parte contestataria, revolucionaria. Para la custodia de la obra de su padre, la ternura en la obra de Galván es como un lugar de remanso, aunque también de resistencia.

En marzo pasado, el Museo de Arte Blanton, en Austin, Texas, inauguró Conozca a Melecio Galván: El artista secreto y sus contemporáneos mexicanos, la primera exposición del dibujante en un recinto estadunidense. Ésta fue posible gracias a una donación de obra de Galván hecha al museo dependiente de la Universidad de Texas. La muestra constituyó una punta de lanza para reavivar el tema del artista, revalorar su aporte estético y proyectar su obra a escala internacional.

Sigue en pie para febrero de 2026 una exhibición en el Centro Cultural de la Raza, en San Diego. Como encargada de la colección de su padre, a Galván Jiménez le interesaría organizar por lo menos tres exposiciones internacionales. Cada curaduría siempre arroja nuevas luces, asegura.

Promover la obra de su padre me ha llevado a descubrir al Melecio artista, afirma Galván Jiménez. Conocía al Melecio, mi papá, quien durante 12 años fue mi mejor amigo, mi cómplice, él que tapaba mis travesuras. Ahora, he conocido al artista, el amigo, el compañero del grupo Mira, el esposo, el hermano, el hijo. Esto ha sido muy revelador para mí, tanto como conocer su obra.

De 1977 a 1981, Galván formó parte del grupo Mira. Su Comunicado Gráfico núm. 1 ganó, en 1978, el concurso de Gráfica Militante organizado por la Universidad Autónoma de Puebla y el Gran Premio Intergraffik (1989), en Berlín, en la entonces República Democrática Alemana.

Melecio Galván: Pulsión creativa se exhibirá hasta el 2 de marzo de 2025 en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico).

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