Pekín. Meta (Facebook) y Alphabet (Google), la suerte de duopolio occidental que controla las plataformas digitales más populares del mundo, en China están relegadas como herramientas para los usuarios comunes más no como negocio. Al margen de la muralla virtual que se erige sobre aplicaciones, buscadores y navegadores, las tecnológicas estadunidenses siguen como beneficiarias del pragmatismo en la economía mundial.

La influencia global en contenidos que tienen las plataformas digitales de corporativos estadunidenses no llega a China, la segunda economía más grande del mundo y en pugna por quitar el primer sitio a Estados Unidos durante la primera mitad de siglo XXI. Sin embargo, Meta, Amazon y Alphabet facturan una buena parte de sus ingresos en la potencia asiática, debido a las empresas chinas que necesitan publicitarse en el extranjero.

La pugna comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado en los últimos años, pero parte de ella se arrastra desde hace más de una década con el acceso a las plataformas digitales y la recolección de datos que conllevan. En el país asiático la soberanía cibernética impide el acceso a todas las aplicaciones que se desprenden de Google (como Gmail, Drive y YouTube) lo mismo que de Meta (Facebook, WhatsApp e Instagram); X; Yahoo, Netflix, Spotify, Amazon; entre otras.

Acceder a esas plataformas en China no es imposible, pero sí extenuante. Algunos locales, pero sobre todo los extranjeros usan redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés) –un servicio que permite ocultar la ubicación real del dispositivo– para intentar conectarse a las aplicaciones y dominios occidentales, en un proceso que no siempre está garantizado aunque se haya pagado por él.

Las industrias digitales

Más allá de un discurso oficial que reduce los bloqueos a un tema de seguridad nacional y soberanía digital desde ambas partes (Estados Unidos y China), el negocio de las plataformas digitales se reformula también como parte de las nuevas industrias digitales, en las que la captación y procesamiento de datos se han abierto camino como un enclave para otros mercados.

China tiene mil 400 millones de habitantes entre los que se cuenta la clase media más extensa del mundo, 54 por ciento de su estructura económica está en el sector terciario y ya no predomina el motor industrial de la manufactura que caracterizó el crecimiento de esta economía en los primeros años de la Reforma y la Apertura, impulsada por el mandatario Deng Xiaoping en 1978.

Buena parte de los vínculos comerciales dentro el país asiático pasan por la digitalización del comercio, el sistema financiero y la mercadotecnia en plataformas de redes sociales que en conjunto implican un sistema con mil 100 millones de usuarios de internet de los casi 5 mil 520 millones que hay a nivel mundial.

Con una cuota mundial de uno de cada cinco usuarios de Internet, China es un mercado enorme para cualquier compañía de plataformas digitales. De ahí que las locales, Baidu (el símil del navegador Google), Weibo (X), Youku (YouTube), iQiyi (Netflix); Xiaohongshu (Instagram) y WeChat (que excede las funciones de WhatsApp), tienen en este país su principal o única operación, sujeta a las reglas de contenido que se imponen.

Google, el gigante tecnológico con mayor valor de mercado a nivel mundial y principal motor de búsqueda en internet, aquí está relegado. Tiene más de una década que en un movimiento kamikaze salió de China y ahora sus servicios se limitan a vender publicidad patrocinada fuera del país, pese a un intento de regreso que fracasó por críticas en la matriz de la compañía. Ese pequeño giro hace que todo el Internet, o al menos como es habitual en occidente, sea completamente distinto.

Si bien las plataformas de Meta (Facebook), Alphabet (Google), Amazon y otro tanto de tecnológicas estadunidenses que lideran los mercados financieros globales no tienen participación en la recolección directa de datos de usuarios chinos, sí cuentan con operaciones y una buena parte de sus ganancias salen de este país.

Mina de ganancias

En 2023 Meta reportó que sus ingresos por publicidad alcanzaron 131 mil 900 millones de dólares, de ese monto 10 por ciento provino de los anunciantes con sede en China (13 mil 190 millones) y también éstos contribuyeron con 5 puntos porcentuales al crecimiento total de sus ingresos a nivel mundial. El nivel de crecimiento en 2023 probablemente será difícil de replicar. Pero seguiremos observando esto y veremos cómo se desarrolla, explicó Susan Li, directora financiera de la compañía en llamada con inversionistas.

Todavía a mediados de 2024, antes de que en el tercer trimestre del año se desacelerara, Li reportó que se seguía viendo una tendencia de crecimiento a largo plazo de los anunciantes con sede en China. Claramente hubo un impacto por covid, pero creo que ha sido un fuerte contribuyente al crecimiento para nosotros en los últimos años y esperamos que siga siendo así. Y nuevamente, la mayor parte de nuestros ingresos publicitarios con sede en China continúan viniendo de una cola más larga de anunciantes, expuso en una llamada.

También, entre las principales compañías estadunidenses de tecnología, Apple reportó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) que prácticamente toda la fabricación de la compañía se realiza en su totalidad o en parte mediante socios de subcontratación ubicados principalmente en China continental, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Vietnam; y pese a una caída anual de 8 por ciento en sus ventas durante el más reciente año fiscal, 17 por ciento de sus ingresos netos provinieron de China.

Los conflictos políticos han marcado el paso de Google en este país, de ahí que Alphabet es de los más opacos en reportar el peso de China en sus operaciones. La empresa informó que hasta el cierre de 2023, 47 por ciento de sus ingresos provinieron de Estados Unidos; de Europa, Oriente Próximo y África 30 por ciento; de Asia Pacífico (región en la que se incluye China) otro 17 por ciento y del resto de América –lo incluiría a países como Canadá, Brasil o México– el restante 8 por ciento.

Por su parte, Amazon reportó a la SEC que para cumplir con los requisitos locales de propiedad, licencias regulatorias y ciberseguridad, en China brinda servicios a través de relaciones contractuales con terceros que poseen licencias de ese país. No detalla en números el peso económico de la potencia asiática en sus operaciones, pero sí enfatiza su importancia:

Debido a que los vendedores con sede en China representan una parte importante de nuestros servicios de vendedores externos y de los ingresos por publicidad, y los proveedores con sede en China proporcionan una parte importante de nuestros componentes y productos terminados, las restricciones regulatorias y comerciales, la protección de datos y la ciberseguridad, las leyes, los factores económicos, los acontecimientos geopolíticos, los problemas de seguridad u otros factores que afecten negativamente a los vendedores y proveedores con sede en China podrían afectar negativamente nuestros resultados operativos.

Compartir