Ciudad de México. Aunque en años recientes las universidades del país han realizado diversas acciones para combatir la violencia que ocurre dentro de sus aulas –entre ellas la aprobación de normas y protocolos–, dichas medidas siguen siendo insuficientes y aún se sabe poco de la naturaleza y magnitud de este fenómeno, advirtieron especialistas en el tema.
Al participar en el primer día del Encuentro de Universidades Seguras –realizado ayer en la sede de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior–, Estefanía Vela Barba, directora ejecutiva de la organización feminista Intersecta, resaltó que aunque en la última década se han hecho cada vez más comunes las exigencias de que las casas de estudio sean espacios seguros, aún sigue habiendo poca información de diagnóstico al respecto.
“No existe, por ejemplo, una encuesta nacional que permita saber la discriminación y las violencias que viven las personas en las universidades, y ese es un indicador de qué tanto le ha invertido el Estado a entender el tema. No es que no haya nada, no estamos en ceros, pero podría haber más”, señaló.
Una acción recurrente de muchas instituciones educativas ha sido diseñar leyes y protocolos contra la violencia, en particular la de género, pero dichas medidas siguen siendo insuficientes, en gran parte porque se concentran en dar respuestas individuales a casos de denuncias individuales.
Ante ello, la experta consideró que la Ley General de Educación Superior aprobada en 2021 sienta las bases de una estrategia más enfocada en la prevención y la atención integral de las víctimas de la violencia, la cual debe incluir mecanismos de difusión, protección y rendición de cuentas, acompañados de un presupuesto suficiente.
Las universidades deben hacer sus propios diagnósticos sobre el tema para saber cuál es su problemática y diseñar políticas preventivas y de apoyo sicológico a su alumnado, las cuales estén sujetas a evaluaciones para saber si funcionan o no, dijo Vela, quien resaltó el alto nivel de normalización de la violencia tanto en el país como en las universidades.
Por su parte, Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, resaltó que para acabar con la violencia en las casas de estudio no sólo es necesario realizar cambios normativos, sino sobre todo culturales, lo cual implica ir a las causas más profundas y arraigadas de este fenómeno.
Asimismo, recordó que según la más recientes encuestas a nivel local y nacional, las escuelas son uno de los espacios donde las mujeres de 15 años o más son más atacadas, a través de acciones como el llamado bullying y el acoso sexual.