Berlín. Más de 150 mil personas, según la Policía; 300 mil, según los convocantes, secundaron este sábado una nueva protesta contra la extrema derecha en Berlín a pesar de la lluvia.
En la convocatoria de la manifestación en internet de la coalición De la Mano –que reúne a más de mil 300 organizaciones– se habían inscrito 100 mil personas, cifra finalmente superada. En ella estaba prevista una cadena humana bajo el lema “Somos el cortafuegos”.
“Queremos dar ejemplo de solidaridad y de que estamos en contra de la discriminación. Y que nos parece estupendo que en Alemania siga existiendo una sociedad con diversidad en lugar de uniformidad”, ha indicado el berlinés Serkan Bingoel, refugiado de 36 años y profesor de secundaria.
Mientras, en la ciudad de Friburgo han sido unas 20 mil personas las que han participado en una protesta similar, según el balance de la Policía. Más de 300 organizaciones han secundado la convocatoria, incluido el club de fútbol SC Friburgo, sindicatos e iglesias.
“Derechos Humanos en lugar de Derecha Extrema” o “Alemania sigue siendo multicolor” han sido algunos de los lemas mostrados en pancartas durante la marcha, en la que también han participado agricultores con sus tractores.
Una encuesta de ‘Bild am Sonntag’ realizada por INSA ha revelado que el 61 por ciento de los alemanes cree que la democracia está amenazada en su país, frente a un tercio de los encuestados, que creen que la democracia no está en peligro.
Más de la mitad de los encuestados (55 por ciento) ven favorablemente las protestas contra la ultraderecha, mientras que el 26 por ciento se muestra contrario a ellas y12 por ciento se declara indiferente.
Cientos de miles de personas se han manifestado en las principales ciudades alemanas en los tres últimos fines de semana para protestar contra la extrema derecha tras las revelaciones del centro de investigación Correctiv sobre una reunión de ultraderechistas celebrada el 25 de noviembre que ha desatado la ira de buena parte de la población.
A dicha reunión asistieron políticos de Alternativa para Alemania (AfD) y miembros de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), así como de la ultraconservadora agrupación Unión de Valores (Werteunion) en Potsdam, donde fue planteado el término de “remigración”, la expulsión forzada de miles de migrantes.