Ciudad de México. La pulpa de aceituna como sustituto de cereales y harinas en la alimentación de terneros de cebo y vacas de leche es una “estrategia útil para reducir el potencial contaminante de la industria del aceite de oliva, permitiría disminuir la dependencia de materia prima del alimento para ganado y mejorará la sostenibilidad de la producción bovina a través de la economía circular”, destacaron especialistas en el tema.

Según los investigadores Andrés Martínez y Carmen Avilés, del proyecto GO Bovinolive en España, que consiste en la producción de carne y leche de vacuno integrando principios de bioeconomía y economía circular, al utilizar pulpa de aceituna (orujo graso seco) en la alimentación de terneros de cebo y vacas de leche, y combinarse con el alimento usual se optimizarán costos, puesto que se requerirá de menor cantidad de cereales y harinas por cabeza del ganado.

En la presentación de los resultados del proyecto, a través de un seminario en colaboración con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el marco de la Red de Gestión de la Innovación en el Sector Agroalimentario (Red INNOVAGRO), los investigadores reconocieron que los bovinos no presentaron mejoras considerables en cuestiones de salud y bienestar, como esperaban debido a las características nutricionales del olivo, alto contenido en ácido oléico, porcentaje alto en grasas y fibra. Aunque, precisaron que es posible engordar terneros y corderos sin incorporar harina de soya e incluyendo cantidades nulas o muy bajas de cereales sin que ello afecte ni a los bovinos ni a la calidad de la carne obtenida.

Sin embargo, el consumo de la pulpa puede ser utilizado como una alternativa para la viabilidad de la ganadería bovina en España, afirmaron, pues está amenazada por los elevados costos de alimentación, que suponen alrededor de 34 por ciento de costes del cebo de ternero; en el vacuno lechero la alimentación representa 58 por ciento de los costes totales, un hecho que está agravado por el precio medio de la leche que hay en este país es diez por ciento inferior a los países de Europa en promedio. Además, destacaron que en España hay una dependencia en importación para materias primas para forraje, pues representa cerca del 70 por ciento de los cereales y la harina de soya.

La muestra de la investigación contempla 24 terneros de engorda, de los cuales 12 se alimentaron con la dieta habitual y 12 con pulpa de aceituna, primero con cinto por ciento en el alimento habitual, luego fue de 10 por ciento durante 60 días. Los especialistas resaltaron que en peso del animal no hubo diferencia, no tuvo un efecto negativo en el bienestar del animal, la carne y la leche no presentaron alteraciones en su composición.

Si bien en términos de salud y calidad no hay diferencias notorias, se puede lograr un ahorro en el alimento al combinar la pulpa de oliva con los cereales y harinas de forraje. Además, hay una economía circular al triturar la aceituna y darle un segundo uso a lo que podría ser un deshecho.

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