Londres. El primer ministro conservador Rishi Sunak convocó este miércoles elecciones legislativas en el Reino Unido para el 4 de julio, en las cuales la oposición laborista parte como gran favorita.
“Hoy hablé con su majestad el rey para solicitar la disolución del Parlamento. El rey ha accedido a esta petición y celebraremos elecciones generales el 4 de julio”, anunció Sunak bajo la lluvia a las puertas de su residencia oficial de Downing Street.
El primer ministro, poniendo fin a meses de especulaciones, que situaban la fecha de las elecciones más cerca de final de año, confirmó una información filtrada menos de una hora antes por los medios británicos Sky News, The Guardian y la cadena ITV.
La oposición laborista, liderada por Keir Starmer, parte como favorita para hacerse con el triunfo en las elecciones, con veinte puntos de ventaja en algunas encuestas, frente a los conservadores del primer ministro Rishi Sunak, que llevan catorce años en el poder.
“Durante las próximas semanas, lucharé por cada voto. Me ganaré su confianza. Y les demostraré que sólo un gobierno conservador liderado por mí, que no ponga en riesgo nuestra estabilidad económica ganada con tanto esfuerzo puede restaurar el orgullo y la confianza en nuestro país”, afirmó Sunak en su alocución.
Las elecciones debían programarse antes de finales de enero de 2025 y Rishi Sunak se había limitado hasta ahora a hablar de elecciones “en la segunda mitad” del año.
Las desastrosas cifras que estaban mostrando las encuestas para los “tories”, aumentaron la presión sobre el jefe del gobierno para que convocara a los electores a las urnas.
Una serie de buenas noticias a nivel económico, como un freno a la inflación o el hecho de dar pasos para poner en marcha del plan de expulsiones de inmigrantes irregulares hacia Ruanda habrían acabado por convencer a Sunak de dar el paso.
“Espero que mi trabajo desde que asumí el cargo de primer ministro demuestre que tenemos un plan y estamos preparados para tomar las medidas audaces necesarias para que nuestro país prospere”, afirmó Sunak.
“Los laboristas no tienen ningún plan. No hay ninguna acción audaz y, como resultado, el futuro sólo puede ser incierto para ellos”, añadió.
Sondeos pronostican triunfo laborista
Pero después de 14 años de poder conservador marcados por el referéndum sobre el Brexit y luego la sucesión de cinco primeros ministros en ocho años, los británicos parecen decididos a pasar página y enviar al laborista Keir Starmer, un ex abogado de 61 años, al número 10 de Downing Street.
Las elecciones generales son “una oportunidad para un cambio positivo”, afirmó el líder laborista, Keir Starmer, tras el anuncio de Sunak.
Con un sistema de votación simple de mayoría absoluta en cada uno de los 650 distritos electorales del Reino Unido, tales resultados se traducirían en una gran mayoría para los laboristas.
Para los conservadores, a quienes Boris Johnson llevó a una victoria histórica en 2019, las cosas van de mal en peor, con más de 60 diputados de los 344 que tiene los tories que ya han renunciado a presentarse, incluidos los pesos pesados del partido.
Crisis del Partido Conservador
De este modo, Rishi Sunak, primer jefe de gobierno británico de raza no blanca, parece tener las horas contadas como primer ministro, víctima de luchas internas y de la crisis que sufre el Partido Conservador.
El líder de los tories, que lleva menos de dos años en el cargo, ha tratado, desde que accedió al puesto a finales de 2022, de luchar frente a la pérdida de votos de su partido, además de pelear contra corrientes en su contra dentro de los conservadores.
Su ascenso a primer ministro llegó de forma inesperada. Tras ser nombrado titular de Economía en 2019, en el primer gobierno de Boris Johnson, la dimisión de éste en septiembre de 2022 y el paso efímero de Liz Truss por el puesto, le colocó a la cabeza del gobierno el 24 de octubre de ese año.
Keir Starmer, que cambió el rumbo del partido laborista para acercarlo a posiciones más de centro, aparece como el gran favorito para ocupar el puesto de próximo primer ministro, tras tomar las riendas del partido hace cuatro años.
El político, de 61 años, sucedió al frente del partido a Jeremy Corbyn, defensor de una ideología más izquierdista y que sufrió un duro revés en las legislativas de 2019.
Starmer pegó un golpe de timón y cambió el rumbo al partido laborista alejándolo de las tesis más radicales de Corbyn.