El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó formalmente las acusaciones contra los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, El Z-40 y El Z-42, señalados de ser líderes del cártel de Los Zetas.

Aun cuando no se ha autorizado su extradición al vecino del norte, la justicia estadunidense presentó la acusación (demanda) en contra de ambos hombres, pues los imputa de participar en “una continua iniciativa criminal, conspiración de tráfico de drogas, delitos con armas de fuego y conspiración de lavado de dinero internacional”.

Miguel Ángel Trevino Morales, fue detenido en 2013 por autoridades mexicanas. Asumió el liderazgo de la organización criminal el octubre de 2012, luego que su antecesor Heriberto Lazcano Lazcao, El Lazca, fuera abatido por efectivos de la Marina. Su hermano Omar fue aprehendido dos años después. Ambos han obtenido suspensiones judiciales para evitar su extradición a Estados Unidos.

Apenas el pasado 17 de septiembre, el equipo de abogados del primero rechazó que su cliente sea El Z-40 y advirtió que de concretarse su extradición sería “traición a la patria”.

Esta tarde, la embajada de Estados Unidos en México dio cuenta tanto del comunicado del Departamento de Justicia en torno a la acusación contra los presuntos líderes del renombrado Cártel del Noreste (CDN), y de una declaración del embajador Ken Salazar.

El gobierno estadunidense afirmó que a pesar de estar en prisión los hermanos Trevino Morales “han seguido en control del cártel del Noreste y han continuado con sus actividades criminales en México”.

En la acusación, los fiscales estadunidenses sostuvieron que los presuntos capos “son personalmente responsables de cometer y dirigir docenas de asesinatos, así como de secuestros y actos de tortura por parte de miembros de Los Zetas y CDN para promover y proteger las actividades de tráfico de drogas del cártel y enriquecer a sus miembros”.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos apuntó que de ser condenados, los hermanos Treviño Morales enfrentarían la pena máxima de cadena perpetua.

“Un juez de un tribunal de distrito federal determinará la sentencia correspondiente tras considerar las Pautas de Sentencia de Estados Unidos y otros factores legales”, señaló.

De su lado, el embajador Salazar destacó que “la gravedad de los alegatos incluidos en la acusación subraya la importancia de nuestro trabajo compartido y cooperación con México en temas de interés común para proteger la seguridad y el bienestar de nuestros pueblos”.

El representante de la Casa Blanca en México aseveró que esta demanda resalta la importancia de los esfuerzos bilaterales “para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que generan inseguridad y violencia en nuestros países, así como la necesidad de que rindan cuentas”.

En tanto, Nicole Argentieri, fiscal principal adjunta del Departamento de Justicia, jefa de la División Criminal, dijo: “Como se alega en la acusación formal, los acusados dirigieron una organización de tráfico de drogas transnacional que fue responsable de cometer violencia extrema y de traficar enormes cantidades de narcóticos a Estados Unidos”.

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