Jerusalén. El primer ministro Benjamin Netanyahu presentó ayer su primer plan oficial de posguerra en la franja de Gaza, en el que afirma, entre otras cosas, que Israel mantendrá el control de la seguridad y los asuntos civiles sobre todas las zonas palestinas, supeditará la reconstrucción del enclave a su desmilitarización, instalará a funcionarios locales sin vínculos con países o entidades que apoyan el terrorismo y cerrará la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa, por sus siglas en inglés).

El que Tel Aviv mantenga el control de seguridad en el enclave y en Cisjordania ocupada, es un planteamiento rechazado tanto por Hamas como por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El documento, que Netanyahu presentó al gabinete de seguridad del gobierno antenoche y que la Afp pudo consultar ayer, recuerda los objetivos del ejército en Gaza: desmantelar a Hamas y a la Yihad Islámica y liberar a los rehenes que siguen retenidos desde el 7 de octubre, cuando se inició el conflicto.

Las fuerzas israelíes ejercerán un control de seguridad en toda la zona al oeste de Jordania, incluida la franja de Gaza, para impedir el fortalecimiento de elementos terroristas y contener las amenazas contra Israel, subraya.

El gobierno conservará además su libertad de acción operativa en todo el territorio palestino, sin límite de tiempo, añade.

Perpetuar la ocupación

En el sur de la franja de Gaza, fronterizo con Egipto, Israel mantendrá un cerco en cooperación con Egipto y Estados Unidos, para evitar el rearme de las organizaciones palestinas, de acuerdo con el documento. También se prevé la desmilitarización total de Gaza, exceptuando el material requerido para mantener el orden, así como la desradicalización de todas las instituciones religiosas, educativas y sociales de la franja.

Para la administración del territorio, Netanyahu preconiza confiarla a funcionarios locales con experiencia de gestión y sin vínculos con países o entidades que apoyan al terrorismo.

No hace mención a la ANP, encabezada por Mahmoud Abbas, que administra parcialmente Cisjordania reocupada, ni la excluye explícitamente.

Y, sobre todo, ni siquiera insinúa la creación de un Estado palestino independiente, una opción que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Los planes de Netanyahu buscan perpetuar la ocupación israelí de los territorios palestinos e impedir la creación de un Estado palestino, declaró Nabil Abu Rudeineh, portavoz de Abbas.

Si el mundo quiere seguridad y estabilidad en la región, debe poner fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos y reconocer el Estado palestino independiente con Jerusalén como capital, agregó.

Osama Hamdan, un alto cargo de Hamas en Beirut, afirmó en conferencia de prensa que Netanyahu presenta ideas que sabe perfectamente que nunca tendrán éxito.

Mientras, una delegación israelí, encabezada por el jefe del Mosad, David Barnea, llegó a París con la expectativa de desbloquear las negociaciones para una nueva tregua.

La Unrwa en la mira

El plan de Netanyahu también prevé el desmantelamiento de la Unrwa, después de que su gobierno acusó a varios de sus empleados de estar implicados en el sangriento ataque de Hamas del 7 de octubre en el que mataron a una mil 160 personas en el sur de Israel, según un balance de la Afp basado en datos israelíes.

La ofensiva lanzada por Tel Aviv ha dejado más de 29 mil 500 muertos en Gaza.

Por otra parte, alrededor de 1.1 millones de niños palestinos que viven en Gaza podrían morir de hambre, alertó Save the Children, que afirmó que las familias gazatíes se ven obligadas a rebuscar entre los restos de comida que dejan las ratas y entre alimentos desechados.

Indicó que todos los menores hacen frente a una posible muerte por inanición y enfermedad ante la imposibilidad para entregar ayuda humanitaria de forma segura.

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