Personas internas en por lo menos siete prisiones del Estado de México, así como algunos de sus familiares, iniciaron esta mañana una huelga de hambre ante “la crisis alimentaria” que viven los presos, ya que los alimentos son “escasos y en malas condiciones”, al igual que por “falta de agua y medicamentos” que padecen.

Hasta el Zócalo capitalino llegaron cuatro familiares de presos que se sumaron a la huelga, al igual que José Humbertus Pérez Espinoza, representante de la organización Presunción de la Inocencia y Derechos Humanos (PIDHAC), quien expuso que en el penal de Texcoco son 326 las personas en protesta; en Chiconautla de 21 a 207; en Neza Bordo 15; en Neza Sur, que es de mujeres, son seis; en Chalco, 13; en Santiaguito, 11; Barrientos, siete, y en Valle de Chalco, dos.

En conferencia de prensa, a un costado de Palacio Nacional, donde se mantendrán en plantón, los manifestantes demandaron que la Secretaría de Seguridad del Estado de México, presente “en versión publica, transparente y de forma expedita los contratos de la o las empresas beneficiarias para otorgar los alimentos de: (desayuno, comida y cena) para los aproximadamente 35 mil internos de los penales”, así como que presente la partida asignada para el primer cuatrimestre del 2024.

De igual manera, que la Comisión Especial del Reinserción Social de la LXI Legislatura y organizaciones defensoras de derechos humanos, “supervisen dos veces por mes la entrega de los alimentos nutritivos y suficientes, además de los medicamentos y agua potable de los Centro de Prevención y Reinserción Social”.

También demandaron “la separación o renuncia inmediata” de los directores de los Centros de Prevención y Reinserción Social del Estado de México, que no acrediten el Servicio Profesional de Carrera y que no cuenten con la Certificación Constitucional, es decir el Control de Confianza.

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