Los Padres de San Diego dieron un golpe sobre la mesa. Derrotaron 6-5 a los Dodgers de Los Ángeles y se pusieron arriba 2-1 en la serie divisional de la Liga Nacional en las Grandes Ligas. Un rally de seis carreras en la segunda entrada, con un jonrón incluido del estelar Fernando Tatis Jr., marcó el rumbo de un partido en el que miles personas pintaron de amarillo el Petco Park.

Uno de los mayores desafíos de los Padres fue detener a Shohei Ohtani, la estrella japonesa que superó la marca de 50 home runs y 50 bases robadas en una temporada. El japonés conectó un imparable y anotó una de las rayitas de los Dodgers en la pizarra, tras sólidas labores de los lanzadores Michael King y Jeremiah Estrada.

A Ohtani se le notó incómodo, no pudo combinar su potencia en la caja de bateo con su velocidad corriendo las bases. Sólo un batazo de vuelta completa de Teoscar Hernández, con las almohadillas llenas, logró acercar a la novena angelina en el tercer rollo, luego de un jonrón solitario de Mookie Betts.

A partir de entonces, los Padres colgaron el cero en seis entradas consecutivas. Manny Machado conectó dos hits, Jackson Merrill agregó otro y, aunque no hubo más carreras producidas, la labor del cerrador Robert Suárez resultó aún más sencilla. El ambiente en el estadio Petco Park fue inmejorable. El público despidió a su equipo con gritos ensordecedores y toallas amarillas en todo lo alto, después de tomar el control de la serie.

Para los Dodgers, lo único que resta es buscar la victoria esta noche, en el mismo escenario, para evitar su caída definitiva. Los focos estarán puestos de nuevo en lo que pueda hacer Ohtani.

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