La Iglesia católica señaló que en un momento en que parece que hay más división que unión en la sociedad, hay que dar un primer paso juntos: “oremos por la paz”. A través de su editorial del semanario Desde la Fe, apuntó que uno de los problemas que más aqueja a la sociedad mexicana es la violencia, en distintas formas, no solo a través del crimen organizado, también dentro de la familia, entre los jóvenes, entre aquellos que piensan diferente, en el trabajo, entre la comunidad, y en otros espacios.

Asimismo dijo que en este inicio de año, hay que pedir oración también por los gobernantes, “para que, con sabiduría, escucha y esfuerzo, pongan fin a todas las formas de violencia, den seguridad a los ciudadanos, promuevan el sano progreso y respeten la libertad religiosa”.

“De igual modo, pidámosle a Dios por las instancias encargadas de animar la participación ciudadana, para que fomenten en la población la responsabilidad de construir una sociedad en la que todos tomemos parte construyendo la paz e instaurando una civilización de amor. Y oremos también por los padres de familia, para que adquieran la sabiduría necesaria para guiar a sus hijos, y fomentar la comunión familiar”.

Invitó a toda la sociedad a orar por la paz, y encontrar a través de la oración, un punto de encuentro que una a todos en un acto de amor. “Este domingo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), invita a sumarse a la primera jornada mensual de oración por la paz en 2024, con el fin de formar conciencia sobre la importancia de trabajar conjuntamente en la construcción de la paz.

Reiteró que orar es un acto de amor. “A través de la oración nos encontramos con Dios, agradecemos y también pedimos fortaleza. Pero además, uno de los grandes beneficios de la oración es fortalecer los lazos de unidad y comunidad en torno a una causa en común”.

“Unámonos en oración este domingo y cada día para pedir a Dios que nos ayude a erradicar las realidades que lastiman a nuestra nación, y pidámosle que nos asista en la construcción de una paz, sin importar nuestras creencias o diferencias. Todos podemos hacer algo por construir la paz. Pidamos a Dios por todos los bautizados que formamos la Iglesia: los laicos, el Papa, los obispos, los presbíteros, religiosos y religiosas, para que amemos cada día más la Palabra de Dios, podamos compartirla con alegría y seamos buenos testimonios de amor y fe”.

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