Un tribunal de apelación del estado de México dejó sin efecto la sentencia de diez años de prisión que se le impuso a María de los Ángeles Pineda Villa y ordenó reponer el proceso penal que se inició en su contra por el presunto delito de delincuencia organizada, en la hipótesis de cometer delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

El Primer Tribunal Colegiado de Apelación con residencia en el estado de México ordenó al Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales admitir las pruebas que ofreció Pineda Villa, esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, para su defensa y realizar los careos con Sidronio Casarrubias Salgado, ex líder del grupo criminal de Guerreros Unidos, El Chino.

Los abogados de María de los Ángeles Pineda ofrecieron como pruebas copias de la sentencia donde se determinó que a Casarrubias Salgado lo torturaron para que declarara contra ella y José Luis Abarca.

No obstante, hace unos meses el juzgado no aceptó las copias de la sentencia ni el careo con Sidronio Casarrubias, por ello María de los Ángeles apeló y el Tribunal Colegiado determinó que se deben admitir dichas pruebas.

Señalada de vínculos con los Beltrán Leyva y Guerreros Unidos

La esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, se encuentra encarcelada luego de su captura en noviembre de 2014 en una casa de la alcaldía de Iztapalapa, tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

En abril de 2015, el juez tercero de distrito en materia de procesos penales federales en el estado de México decretó la formal prisión por el delito de delincuencia organizada dentro de la causa penal 105/2014.

De acuerdo con las declaraciones de Sidronio Casarrubias Salgado, que forma parte del expediente por la desaparición de los normalistas, la señora Pineda Villa era la principal operadora del crimen organizado en Iguala.

Primero se le relacionó con el cártel de los Beltrán Leyva, ya que sus hermanos Mario y Alberto Pineda Villa se desempeñaban como operadores financieros de dicho grupo delictivo. Posteriormente se le vinculó con Guerreros Unidos, pues Iguala era uno de sus centros de operación.

Sidronio Casarrubias aseguró en su declaración de ese entonces que el ex alcalde José Luis Abarca les daba entre 2 y 3 millones de pesos de las arcas de Iguala; parte del dinero lo destinaban a pagar a los directores de las policías municipales de Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuéllar, Tepecoacuilco, Huitzuco y Teloloapan, para mantener el control.

En mayo del año pasado, un juez federal absolvió a Sidronio Casarrubias Salgado por el delito de delincuencia organizada, ya que la Fiscalía General de la República (FGR) no demostró la existencia de esa organización delictiva a la que se le acusó de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.

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