Ginebra. Una investigación de Naciones Unidas concluyó el jueves que Israel llevó a cabo una política concertada de destrucción del sistema sanitario de Gaza, lo que constituye un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad de exterminio.
En una declaración de la ex alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dada a conocer antes de la publicación del informe completo, se acusa a Israel de “ataques implacables y deliberados contra el personal y las instalaciones médicas” en la guerra que ya lleva más de un año.
“Los niños, en particular, se han llevado la peor parte de estos ataques, sufriendo tanto directa como indirectamente el colapso del sistema sanitario”, añadió Pillay, cuyo informe se presentará ante la Asamblea General de la ONU el 30 de octubre.
Israel afirma que los militantes de Hamas en Gaza actúan al abrigo de zonas pobladas y urbanizadas, como viviendas particulares, escuelas y hospitales, y que los atacará donde aparezcan, al tiempo que trata de evitar daños a la población civil. El grupo niega que oculte militantes, armas y puestos de mando entre la población civil.
El reporte también acusa a las fuerzas israelíes de matar y torturar deliberadamente a personal médico, atacar vehículos sanitarios y restringir los permisos para que los pacientes abandonen la asediada franja de Gaza.
Como ejemplo, citó la muerte de la niña palestina Hind Rajab en febrero junto con sus familiares y dos médicos que acudieron a rescatarla bajo fuego israelí.
La Organización Mundial de la Salud afirma que más de 10 mil pacientes que necesitan evacuación médica urgente no han podido salir de Gaza desde que se cerró el paso fronterizo de Rafah con Egipto en mayo.
El Ministerio de Sanidad palestino afirma que casi mil médicos han muerto en Gaza en el último año, en lo que la OMS calificó de “pérdida irreemplazable y golpe masivo al sistema sanitario”.