Quito. Miles de pequeños negocios perdieron sus ingresos diarios por cortes de luz que en algunas provincias ecuatorianas superaron las cinco horas en promedio. Y esta situación, supuestamente, no debía ocurrir después que en enero pasado la Asamblea Nacional aprobó una ley “Cero apagones” para facilitarle al gobierno varias acciones para afrontar los estiajes y para la potenciación eléctrica en las centrales térmicas e hidráulicas.

Esto ocurrió a pocos días de la Consulta Popular a la que le apuesta todo el presidente Daniel Noboa. Y también cuando la sesión extraordinaria de Celac condenaba por unanimidad el asalto a la embajada mexicana en Quito.

Si hasta el fin de semana ya había perdido apoyos sustanciales en al menos dos de las once preguntas, el malestar por la ausencia de energía eléctrica desató la renuencia virulenta de la ciudadanía en redes sociales y en algunas poblaciones que protestaron en las calles. De acuerdo con algunos sondeos y encuestas (que ya tienen prohibición de publicarse en Ecuador) en las dos preguntas más polémicas Noboa estaría perdiendo: la que propone reformas constitucionales para implementar el “trabajo por horas” y para que el Estado ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional para solucionar controversias en materia de inversión extranjera.

Por eso la reacción de Noboa: acusó que los apagones -frecuentes desde el domingo 14 de abril- son parte de un sabotaje en contra de su consulta popular, no por la falta de inversión o mantenimiento a la infraestructura eléctrica como lo advierten especialistas en el tema, a los cuales dijo que “más que PhD son unos HdP”. “Nosotros no permitiremos que eso pase porque lo hacen de miserables, antes de la consulta popular porque saben que la tenían perdida. Quieren, hoy en día, engañar al Ecuador al decir que no estamos preparados para enfrentar al narcoterrorismo” y remarcó que el domingo las personas votarán SÍ en la Consulta Popular.

Y acotó: “Estos días hemos vivido ciertas desgracias, algunas causadas por ecuatorianos que tratan de afectar a su país y población, pero seguiremos trabajando a pesar de la adversidad y ataques”. Lo que no dijo Noboa es que el arrastre de esta crisis viene desde hace varias semanas, pues castigada por una sequía que tiene a varias hidroeléctricas cerca de niveles críticos, Colombia dejó de exportar energía eléctrica a Ecuador. Una situación que se revirtió desde hace siete años, cuando dejó el poder Rafael Correa, pues ahí era Colombia la que le compraba energía a Ecuador.

Para Marco Acuña, presidente de los Colegios de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha, desde marzo se le advirtió a Noboa, que los apagones tenían que iniciarse para proteger la infraestructura eléctrica, pues ha sido forzada a su máximo, poniéndola en riesgo, solo por temas políticos.

“Esto es una muestra de la crisis que el sector energético ha vivido desde hace algunos años, por la desatención de los Gobiernos de turno de no impulsar acciones adecuadas”, agregó. Y aclaró que los apagones eran previsibles aún con la Ley de Competitividad Energética y el incremento del IVA (al 15% desde el 1 de abril), porque no se tomaron medidas adecuadas y urgentes, que incluyen inversiones.

El primer efecto fue la salida de su ministra de Energía, Andrea Arrobo. Igual, el mandatario presentó una denuncia ante la Fiscalía porque se habría saboteado a algunas plantas eléctricas. Y añadió -más “picante”- en su discurso frente a jóvenes emprendedores en Guayaquil: el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) “está trabajando para dar con los responsables a quienes se les procesará como traidores a la Patria y por amenaza a la seguridad nacional”.

Visto como un acto de desesperación, resolvió cubrir el 50% de las planillas eléctricas de los hogares de este mes de abril, en el “marco de la declaración del estado de emergencia energética”. “Es una decisión para contrarrestar el accionar de los miserables. No vamos a dar más apagones esta semana”, afirmó.

Para el reconocido analista político, Mauro Andino, “hablar de sabotaje sin pruebas es vergonzoso. Noboa repite las prácticas discursivas de sus predecesores, culpando a otros sin hacerse cargo de su inoperancia y la de su equipo. No se puede naturalizar la mentira y estafa como herramienta política. ¿Tiene el control casi absoluto del Estado y lanza semejante teoría de la conspiración para justificar los apagones?”.

Al explicar la decisión de pedir la renuncia a la ministra Arrobo, el secretario de comunicación, Roberto Izurieta dijo que ya no es solo un problema técnico, sino que se “necesita una persona que tenga la firmeza, el valor y la confianza del presidente de la República para afrontar los retos que tiene este ministerio (el de Energía) de capacidad de gestión y lucha contra la corrupción”.

Sin embargo, al cierre de su intervención con jóvenes guayaquileños, Noboa sentenció: “No daremos descanso a ninguno de estos criminales, ni a los políticos, ni a exfuncionarios y ex presidentes, ni a ningún terrorista que quieren acabar con la esperanza de la juventud y de la familia ecuatoriana”.

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