Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) señalaron que los objetivos con que se creó la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (Ley Usicamm) “no se han cumplido, ya que la revalorización del magisterio y la mejora educativa no han ocurrido”.

En un pronunciamiento, luego de conocerse el compromiso de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo para “acabar” con  la Usicamm, destacaron que la ley  “ha lacerado gravemente a la estabilidad del magisterio y generado afectaciones”.

Entre ellas, afirmaron, generó cientos de docentes desplazados al concluir cada ciclo escolar; falsas expectativas para el ingreso y la promoción horizontal en el servicio, y la nula posibilidad de tener un segundo ingreso, si se quiere concursar por una plaza docente.

El magisterio disidente de la Ciudad de México, que encabeza el profesor Pedro Hernández Morales, demandó el restablecimiento de la bilateralidad con la Secretaría de Educación Pública (SEP) en los procesos de ingreso y permanencia en la carrera magisterial.

Además, solicitaron la “inmediata instauración de un plan nacional de basificación, en el esquema de que todos los trabajadores de la educación deberán de basificarse a partir de los 6 meses y un día de antigüedad, con fundamento en la Ley Federal del Trabajo”, lo que no ocurre actualmente .

Insistieron en que solo con la abrogación total de la reforma educativa peñista y de sus leyes secundarias se podrá generar un verdadero cambio en la educación en México.

En su posicionamiento ante la desaparición de la Usicamm reiteraron que se debe considerada la antigüedad en el servicio, para la promoción a cargos de dirección o supervisión, así como garantizar una verdadera reducción de la carga administrativa para tener tiempo efectivo frente a grupo.

Otra de las demandas más importantes es que el gobierno  federal destine un mayor presupuesto económico para cubrir las necesidades de los planteles educativos, pero también que se cree una “ruta para la democratización de las estructuras educativas de los Estados, a través de una propuesta horizontal y democrática que parta de una revisión de la normatividad vigente”.

Por su parte, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que encabeza Alfonso Cepeda Salas, apoyó la desaparición de la Usicamm, y aseguró que se requiere de una “nueva ley transparente, justa e imparcial, en la que participemos como garantes de los derechos de  los docentes, en beneficio de la escuela pública”.

  

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