Bogotá. Cuando el eco de la explosión de un coche bomba en el poblado de Remolino aún atravesaba las montañas del sur de Colombia, tres vehículos eran incinerados por enfurecidos campesinos del municipio de Buenos Aires, que inmovilizaron hoy a una patrulla conjunta del ejército y la policía dedicada a erradicar cultivos de coca.

Los dos hechos, separados por menos de 24 horas y unos cuantos kilómetros, alimentaron la hoguera de violencia que viene afectando a toda la región suroccidental de Colombia donde se ubican Nariño y Cauca, dos departamentos de población indígena y negra que parecen condenados a vivir entre la muerte y la zozobra por cuenta de las economías ilícitas que se multiplican ante la mirada impotente del Estado.

En Remolino subió a tres la cifra de muertos tras el estallido, en horas de la tarde del viernes, de un coche-bomba estacionado a menos de cien metros de la estación de policía local. De esta manera, un joven comerciante, una mujer que se dedicaba a la venta informal y un policía que apenas llegaba a los 19 años, engrosaron la lista de muertos que ha dejado esta guerra regional.

Mandos militares de Nariño señalaron hoy al frente Franco Benavides, bajo el mando de alias ‘Mata’, de la planeación y ejecución del atentado, precisando que dicha estructura se mueve por los cinco municipios de la cordillera occidental del departamento, todos ellos con altos índices de cultivos de coca y presencia de laboratorios para el procesamiento de cocaína. Al igual que el Cauca, Nariño limita al occidente con el océano Pacífico, vía segura de salida de la droga a los mercados internacionales.

Emboscada en Cauca

Unas horas después de la explosión en Remolino, el ejército denunció que tropas del comando del Cauca “fueron víctimas de una emboscada por parte de comunidades del municipio de Buenos Aires, Cauca”, que exigen su salida de la región.

De acuerdo con la misma fuente, las tropas realizaban “operaciones militares contra el narcotráfico” cuando fueron rodeadas por decenas de labriegos que inmovilizaron a los soldados y posteriormente prendieron fuego a tres vehículos, dos de la policía y uno del ejército.

El ejército aseguró que “los campesinos fueron instrumentalizados” por las estructuras guerrilleras Dagoberto Ramos y Jaime Martínez, pertenecientes al Estado Mayor Central (EMC).

Misión en Cauca

El gobierno lanzó el viernes, con la presencia del ministro de Defensa, Iván Velázquez, así como altos mandos militares y autoridades regionales, la llamada “Misión Cauca”. Desde la ciudad de Popayán, capital del Cauca, Velázquez explicó que el principal componente de esta estrategia será la fuerza pública, acompañada de una robusta inversión social en la que participarán varios ministerios.

“Lo que pretende esta Misión Cauca es avanzar en el control territorial y consolidar avances mediante la transformación de las economías del territorio y el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades”, aseguró el titular de Defensa.

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