Jerusalén. Israel intensificó ayer sus ataques en Beirut, donde ordenó la evacuación de 25 zonas, al tiempo que en la franja de Gaza bombardeó una mezquita, una escuela y lanzó ataques contra posiciones del ejército sirio, la víspera del aniversario de la incursión de Hamas en el territorio israelí que tuvo saldo de mil 200 muertos, detonante de la ofensiva de Tel Aviv que ya deja casi 42 mil palestinos asesinados.

El premier israelí, Benjamin Netanyahu, visitó ayer a sus tropas en el norte del país y afirmó que hoy, Israel se defiende en siete frentes contra los enemigos de la civilización, al referirse a los combates que libra en Gaza, Cisjordania, Líbano, Yemen, Siria, Irak e Irán, donde actúan milicias respaldadas por Teherán que forman el llamado eje de resistencia islámica, opuesto a Israel y Estados Unidos como principales enemigos.

Hace un año sufrimos un golpe terrible, declaró Netanyahu a CNN en referencia al ataque de Hamas que desató la devastadora ofensiva israelí contra Palestina y que hoy se extiende en la región.

Netanyahu sostuvo que el ejército transformó la realidad de un extremo al otro. El mundo entero está impresionado por los golpes que estamos asestando a nuestros enemigos, aseguró y añadió que tras haber debilitado a Hamas, pretende hacer lo mismo con Hezbollah.

Hamas, que gobierna Gaza desde 2007, elogió el glorioso ataque del 7 de octubre. Hizo añicos las ilusiones que el enemigo se había creado, convenciendo al mundo y a la región de su supuesta superioridad y capacidades, afirmó en un video Jalil al Haya, miembro del grupo basado en Qatar.

La aviación israelí bombardeó suburbios en el sur de la capital libanesa y anunció que atacó centros de recopilación de inteligencia y de mando de la infraestructura terrorista, incluidos depósitos de armas.

La ofensiva dejó saldo ayer de 26 fallecidos y 93 heridos, reportó BBC en su portal.

Hezbollah impidió un intento del ejército de Tel Aviv de cruzar la frontera en la zona del asentamiento israelí de Manara.

Ayer la milicia chiíta lanzó drones y misiles contra bases militares israelíes al sur de la ciudad de Haifa que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no lograron interceptar; cinco personas resultaron heridas por metralla, reportó el Hospital Rambam.

La ciudad de Tiberíades también fue golpeada por proyectiles procedentes de Líbano con saldo de un herido, al igual que Kiryat Shmona, donde el ejército interceptó algunos de los 15 cohetes detectados.

Unos 3 mil israelíes se congregaron anoche en Tel Aviv con velas, rezos y música en homenaje a los mil 200 asesinados durante la incursión de Hamas, en la que unas 240 más fueron tomadas como rehenes; se estima que unas 101 permanecen cautivas, y no se descarta que un tercio de ellas ya haya fallecido.

En la línea divisoria con Líbano, las FDI impusieron más restricciones en una nueva zona militar cerrada, e informaron de la muerte de un comandante de Hezbollah, identificado como Jacher Ali Toil, en un bombardeo Kfar Kila.

Tel Aviv negó que el abatido líder de Hezbollah, Sayed Hassan Nasrallah, hubiera aceptado un alto el fuego, como difundió el gobierno libanés, versión que negó y calificó de ridícula la embajadora israelí en Reino Unido, Tzipi Hotovely.

En Beersheba, sur de Israel, una policía murió y 10 personas resultaron heridas en un ataque con arma blanca. El perpetrador –un joven beduino (etnia árabe)– fue abatido a tiros. La ministra israelí de Transportes, Miri Regev, pidió deportar a familiares de terroristas.

El ministro libanés de Educación, Abbas Halabi, aplazó el inicio del curso escolar hasta el 4 de noviembre debido a la ofensiva israelí, pues 40 por ciento de los alumnos del país están desplazados.

En tanto, las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas estacionadas en el sur de Líbano, que descartaron abandonar sus posiciones porque ahora más que nunca su labor es necesaria, advirtieron que las operaciones militares de Israel son extremadamente peligrosas y comprometen su seguridad, lo que es inaceptable, comentaron.

En la franja de Gaza, al menos 22 personas murieron y otras 53 resultaron heridas cuando la aviación israelí atacó ayer una mezquita y una escuela que albergaban a desplazados, aumentando a 45 las personas abatidas en las últimas 24 horas.

El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, afirmó que Teherán se abstuvo de responder inmediatamente al asesinato en su territorio del jefe de Hamas, Ismael Haniyeh, con la esperanza de alcanzar un alto el fuego y declaró que el ataque a Israel fue para contener su barbarismo.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, advirtió a Teherán que su territorio podría acabar pareciéndose a los de Gaza o Beirut si la República Islámica intenta dañar a Israel.

Irán perdió contacto con el comandante de la fuerza Quds (división de la Guardia Revolucionaria), Esmail Qaani, desde los ataques en Beirut el jueves. Un funcionario iraní aseguró a Reuters que Qaani no estaba reunido con el comandante de Hezbollah Hashem Safieddine, que fue el objetivo de aquellos bombardeos israelíes, y de quien tampoco se tiene noticias.

Mientras, las defensas aéreas sirias respondieron ayer a un ataque israelí en la provincia de Homs, donde fue alcanzada una fábrica iraní de autos

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