Londres. Maggie Smith, la magistral artista que ganó los premios Oscar a mejor actriz por su intervención en Los mejores años de Miss Brodie (1969) y a la mejor actriz de reparto por California suite (1978), por lo que forma parte del selecto grupo que ha obtenido la estatuilla en ambas categorías, y consiguió nuevos admiradores en el siglo XXI como la condesa viuda de Grantham en Downton Abbey y la profesora Minerva McGonagall en las películas de Harry Potter, murió ayer. Tenía 89 años.

Los hijos de Smith, Chris Larkin y Toby Stephens, dijeron en un comunicado que falleció la madrugada del viernes en un hospital de Londres.

Smith fue calificada con frecuencia como la actriz británica más destacada de una generación que incluía a Vanessa Redgrave y Judi Dench, con un puñado de nominaciones a los Premios de la Academia y una estantería llena de trofeos de actuación.

Siguió siendo solicitada incluso en sus últimos años, a pesar de su lamento de que cuando entras en la era de la abuela, tienes suerte de conseguir cualquier cosa.

Smith resumió secamente sus papeles posteriores como una galería de grotescos, incluida la profesora McGonagall. Cuando se le preguntó por qué aceptó el papel, bromeó: Harry Potter es mi pensión.

Richard Eyre, quien dirigió a Smith en una producción televisiva de Suddenly Last Summer (De repente, el último verano), mencionó que ella era intelectualmente la actriz más inteligente con la que he trabajado. Tienes que levantarte, muy temprano en la mañana para burlar a Maggie Smith.

Jean Brodie, en la que interpretó a una maestra de Edimburgo peligrosamente carismática, le valió el premio de la Academia a la mejor actriz, y también el premio de la Academia Británica de Cine (Bafta).

Smith agregó un Oscar a la mejor actriz de reparto por California Suite en 1978, Globos de Oro por California Suite y Room with a View (Una habitación con vistas), y premios Bafta a la mejor actriz principal por A Private Function (Función privada) en 1984, A Room with a View en 1986 y The Lonely Passion of Judith Hearne en 1988.

También recibió nominaciones al premio de la Academia como actriz de reparto en OteloTravels with My Aunt, (Viajes con mi tía), A Room with a View y Gosford Park, y un premio Bafta a la mejor actriz de reparto en(Té con Mussolini. En el teatro, ganó un Tony en 1990 por Lettice and Lovage.

A partir de 2010, interpretó a Violet Crawley, condesa viuda de Grantham, en el exitoso drama televisivo de época Downton Abbey, un papel que le valió legiones de seguidores, tres premios Emmy, un Globo de Oro y una serie de nominaciones a otros premios.

Pero le irritaba la fama televisiva. Al concluir la serie en 2016, Smith dijo que se sintió aliviada.

“No fue sino hasta Downton Abbey que me hice famosa o me detenían en la calle y me pedían una de esas terribles fotografías”, señaló.

Continuó actuando hasta bien entrados los 80 años, en películas que incluyen el spin-off para la pantalla grande de Downton Abbey en 2019, su secuela de 2022 Downton Abbey: A New Era y el estreno de 2023 El club de los milagros.

Smith admitió que a veces podía ser impaciente.

Es cierto que no tolero a los tontos, pero luego ellos no me toleran a mí, así que soy gruñona, mencionó Smith. Tal vez por eso soy bastante buena interpretando a ancianas.

El crítico Frank Rich, en una reseña del New York Times de Lettice and Lovage, elogió a Smith como “la clasicista estilizada que puede poner en cursiva una línea tan prosaica como ‘¿No tienes mermelada?’, hasta que suene como un epigrama recién acuñado por Coward o Wilde”.

Repitió el don de las frases ingeniosas en Downton Abbey, cuando la tradicionalista Violet preguntó ácidamente: ¿Qué es un fin de semana?

Otros actores le rindieron homenaje. Hugh Bonneville, quien interpretó al hijo del personaje de Smith en Downton Abbey, expuso que cualquiera que haya compartido una escena con Maggie dará fe de su ojo agudo, su ingenio y su formidable talento.

Tesoro nacional

El primer ministro Keir Starmer calificó a Smith como un verdadero tesoro nacional cuyo trabajo será apreciado por las generaciones venideras.

Laurence Olivier descubrió su talento, la invitó a formar parte de su compañía original en el Teatro Nacional y la eligió como su coprotagonista en una adaptación cinematográfica de 1965 de Otelo.

Smith afirmó que dos directores, Ingmar Bergman y William Gaskill, ambos en producciones del Teatro Nacional, fueron influencias importantes.

Alan Bennett, que se preparaba para filmar el monólogo Una cama entre lentejas, dijo que desconfiaba de la reputación de Smith de aburrirse. Como dijo el actor Jeremy Brett, ella comienza divinamente y se derrite, como un queso.

Por muy extravagante que pudiera haber sido en el escenario o ante las cámaras, Smith era conocida por ser intensamente reservada.

Fue nombrada Dama Comandante del Imperio Británico, un título equivalente al de caballero, en 1990.

Se casó con el también actor Robert Stephens en 1967. Tuvieron dos hijos, Christopher y Toby, quienes crecieron para ser actores. Smith y Stephens se divorciaron en 1975. Ese mismo año Smith se casó con el escritor Beverley Cross, fallecido en 1998.

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