Pese a contar con programas, planes y otros instrumentos que contribuyen a la erradicación y atención de la violencia y a la igualdad de género, las mujeres en México son de las más rezagadas en América Latina y el Caribe en lograr su autonomía económica y seguir experimentando violencia en su expresión más extrema: el feminicidio, reveló el documento: “Población, desarrollo y derechos en América Latina y el Caribe”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En el marco de la Quinta Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe desde Cartagena de Indias, Colombia, el organismo internacional precisó que el tiempo que dedican las mujeres de 15 años y más en México al trabajo no remunerado es de 42.8 horas semanales en promedio, la más alta de la región; tiempo que se compara desfavorablemente con el 16.9 horas en promedio que los hombres que hacen este tipo de actividad en el país.

La mayor participación de las mujeres en el trabajo no remunerado y de cuidados dentro de los hogares limita su incorporación al mercado laboral y su participación en igualdad de condiciones y reduce sus posibilidades de contar con recursos económicos y autonomía.

Las mujeres que participan en el trabajo remunerado a menudo realizan jornadas de trabajo dobles, ya que esta mayor participación no va acompañada de una redistribución del trabajo doméstico y de cuidados.

Mientras que los hombres destinan más de la mitad del tiempo al mercado laboral (44.6 horas en promedio a la semana), en el caso de las mujeres esta proporción es de un tercio aproximadamente.

A su vez, la sobrecarga de trabajo no remunerado limita su participación en actividades que les permitan generar ingresos propios.

Asimismo, muchas de las mujeres que logran participar en el mercado laboral lo hacen en empleos informales, sin ningún tipo de beneficios, en condiciones de segmentación y segregación horizontal y vertical, y están sobrerrepresentadas entre las personas con menores ingresos.

El modelo actual de desarrollo se caracteriza por invisibilizar, desvalorizar y feminizar el trabajo doméstico y de cuidados, tanto en el espacio público del mercado laboral, donde existe una retribución económica, como en el espacio privado de los hogares, donde dicho trabajo se realiza de manera no remunerada.

La visibilización del tiempo destinado al trabajo remunerado y no remunerado permite mostrar los efectos de su injusta distribución, así como los roles de género y las tareas de cuidado asignados a hombres y mujeres.

Violencia

Por otro lado, en América Latina y el Caribe una de cada 4 mujeres de entre 15 y 49 años (alrededor de 43 millones de mujeres en ese rango de edad) han experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja al menos una vez a lo largo de su vida.

Brasil y México repuntan en la región en feminicidios. La expresión más extrema de la violencia de género es el feminicidio u homicidio de mujeres por razones de género.

Pese a que México cuenta con programas, planes y otros instrumentos que contribuyen a la erradicación y atención de la violencia de género, vigentes en el periiodo 2018-2023, el país sigue al puntero de Brasil en los números absolutos. El país carioca registra alrededor de mil 437 casos; mientras que México 976 eventos.

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